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Martes, 31 Agosto 2021 01:18

90 años de ley laboral en México

90 años de ley laboral en México Escrito Por :   Silvino Vergara

«¿Por qué estudiamos el derecho sin historia y la historia sin derecho? […] Parece que hay dos vías que caminan en forma desigual: por un lado, el derecho y, por otro lado, la historia». Del ultílogo de El Plan de Ayala desde otra mirada


 

Este pasado 28 de agosto de 2021 se cumplieron 90 años de la primera Ley Federal del Trabajo en México, después sustituida por la Ley de 1970. La Ley de 1931 en su momento fue fruto de los movimientos revolucionarios de los trabajadores previos a la propia revolución, como fueron: Cananea y Río Blanco, y así otros movimientos también de los propios trabajadores. Movimientos de los que la Constitución Mexicana recogió algunos reclamos y, por ello, es que bien tiene ganado el nombre de la primera constitución social del mundo occidental, muy a pesar de que los alemanes y sus doctrinas dominantes digan lo contrario y sostengan que la primera constitución social en el mundo fue la alemana de 1919.

 

Desafortunadamente esa fecha, esos noventa años de la primera Ley Federal del Trabajo promulgada, un día antes, por el entonces presidente Pascual Ortiz Rubio, han quedado en el olvido. Poco se ha dicho de ceremonias o conmemoraciones al respecto en los medios de comunicación, mucho menos por los organismos estatales. Aquella emblemática fecha de este país ha sido olvidada por el sistema y por la historia oficial. Por ello, estudiamos “La historia sin derecho y el derecho sin historia” (Vergara Nava, Silvino, El Plan de Ayala desde otra mirada, Puebla, Pármenas, 2019).

 

En cambio, lejos de conmemorar el nonagésimo aniversario de la primera Ley Federal del Trabajo en México, estamos enfrascados en una serie de controversias con la reforma del pasado 23 de abril de 2021 a la Ley Federal del Trabajo de 1970, la cual corresponde a la denominada “reforma a las outsourcing”.

 

En primer lugar, con un concepto anglosajón —outsourcing— que ha invadido hasta los tuétanos de nuestro país, poco hay para celebrar; menos aún con la situación actual y con esa reforma laboral. Por un lado, vemos a la parte patronal pidiendo caritativamente prórrogas para que esas disposiciones con repercusiones fiscales, más que laborales, entren en vigor. Por otro, a la autoridad laboral exigiendo regulaciones y requisitos en calidad de urgente a los patrones. En tanto, los trabajadores tristemente preocupados (la gran mayoría sin saber la razón) y siendo los principales afectados por la situación en que se encuentra la planta laboral. Basta con sostener que, si a sus empleadores no les da tiempo para contar con el registro de la Secretaria del Trabajo federal denominado REPSE, quedarán en riesgo de perder sus empleos, de parar por un tiempo indeterminado o, en su caso, de no tener el salario de la primera o segunda quincena, por lo menos, del mes de septiembre de este año.

 

Pareciera que a nuestros antepasados les estamos rindiendo malas cuentas en esta materia laboral; el esfuerzo dado durante un tiempo por las generaciones de principios del siglo XX, los movimientos obreros de esos tiempos, los debates en noviembre y diciembre de 1916 para la conformación de la Constitución de 1917 (de la que, con tantas reformas, ya queda muy poco original) parecen en vano con una reforma a la ley, cuya ambigüedad y vaguedad están provocando interpretaciones por doquier que resultan, incluso, bastante absurdas. Además de que estamos cayendo en presiones internacionales para autorizar la reforma reciente a la Ley Federal del Trabajo. Así, pues, todo ello es resultado de que —parece— no hemos valorado los esfuerzos de aquellos tiempos. Lo cierto es que ésta es una prueba de que los derechos de las personas, por más naturales que sean, en realidad, son victorias de la sociedad y que se corre el riesgo de perderse. (Web: parmenasradio.org).

 

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