“Aún no lo puedo creer, ¡estoy estupefacto!… Pensé que la ola de Morena podría impedir una catástrofe, pero no… en realidad el efecto ‘Claudia Pandemia’ arrastró con todo… Las encuestas de salida y los primeros conteos del PREP anticipan que Morena pierde el Ayuntamiento de Puebla y todas las diputaciones federales y locales de la zona metropolitana… el efecto pandémico arrasó con todo… En unos momentos Viridiana Lozano y Héctor Hugo Cruz se suman a esta transmisión con los números del Instituto Estatal Electoral…”.

 

En redes sociales los comentarios se vuelcan contra Rivera Vivanco y festinan el triunfo de la oposición, que ahora podrá volver al Charlie Hall. Voces de Morena exigen que la Auditoría Superior del Estado y la Fiscalía Anticorrupción procedan contra Claudia y toda la camarilla que llevó al partido lopezobradorista a la debacle.

 

Sí, es la crónica de una devastación anunciada. Todas las encuestas señalaban que fue la peor presidenta en la historia de Puebla y que sería una candidata destinada al fracaso.

 

Hasta aquí un breve ejercicio de ficción que será una realidad en caso de que la secretaria General de Morena, Citlalli Hernández Mora, consume su despropósito de impulsar la reelección de Claudia Rivera Vivanco.

 

Hasta el cierre de esta entrega de Cúpula, en la coalición Va por México aún discuten si la candidatura será para el panista Eduardo Rivera Pérez o el priista ‘Pepe’ Chedraui Budib.

 

Genoveva Huerta, como fiel morenovallista, está obsesionada en detener a como dé lugar a ‘Lalo’ Rivera, y si tiene que entregar la candidatura al PRI, lo hará con tal de sostener su fobia.

 

No solamente en San Andrés Cholula hace aire. Si el panismo de la Angelópolis no pone un alto al proceder visceral de Genoveva, se esfumará la única posibilidad que tienen.

 

Pero sea como sea, con Lalo Rivera o Pepe Chedraui, cualquiera puede ganarle a Claudia. Es una cuestión de mero trámite. Días más o menos, la licencia de Rivera Vivanco será efímera.

 

Al tiempo.

 

Dulcería poblana

 

José Juan abre una guerra indirecta contra el barbosismo.

 

La nueva estrategia de José Juan Espinosa Torres estriba en seguir golpeando al barbosismo, pero de manera indirecta.

 

Ahora no hará hasta dos transmisiones diarias para denostar e injuriar al gobernador Barbosa Huerta. No, ahora los ataques serán en contra de Francisco Romero Serrano, titular de la Auditoría Superior del Estado, sobre quien lanzará todas sus descalificaciones.

 

En el fondo es exactamente lo mismo y cada agravio será tomado de igual manera. Espinosa Torres no acaba de entender que entró en una pugna política que tiene un nivel diferente a todo lo antes conocido.

 

Hoy le devolverán golpe por golpe. Sin gritos y sin amenazas, pero tendrá que enfrentar las consecuencias de cada una de sus palabras.

 

Al fin y al cabo, su guerra es contra el barbosismo.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en  cupula99@yahoo.com1