El referido órgano llamado Igavim se ha convertido en referencia de algunos medios poblanos, pero en realidad poco se sabe de dónde parte la información.

 

O mejor dicho de parte de quién.

 

El membrete se llama “Instituto para la Gestión, Vinculación y Administración Municipal, Igavim” y se le añade la calidad de ‘observatorio ciudadano’; tiene su sede en Tehuacán.

 

Su titular es Juan José Hernández López quien apareció a la luz pública como pequeño funcionario de la administración del panista Francisco Díaz Fernández ‘El Pollo’. En realidad fue un burócrata menor; no regidor, ni director, sino ocupó un pequeño cargo. Pero desde entonces quedó clara su cercanía con la ideología albiazul.

 

Desde su aparición el llamado Igavim ha mostrado una clara parcialidad y un sesgo tendencioso.

 

Por ejemplo durante la administración de la priista Ernestina Fernández Méndez, Juan José Hernández López, solicitó la relación de los medios de comunicación que tenían un convenio publicitario. En una transmisión por video (misma de la que se tiene copia), el responsable del Igavim aseveró que iba a presionar a los medios para que criticaran a Ernestina. Al final de su transmisión dijo que de los medios que tenían un acuerdo comercial, solamente dos criticaban a ese Ayuntamiento. Pero no dijo cuáles.

 

Pero en esa grabación quedó evidente su intención de pretender influir en la postura los medios, de acuerdo a sus intereses.

 

Se esperaría que hiciera el mismo ejercicio durante el periodo de Felipe Patjane; pero no. Ahí al Igavim nunca se le “ocurrió” solicitar la lista de medios y los montos que percibían por hacer publicidad al entonces edil en funciones.

 

¿Por qué no hacer la misma solicitud y presentar los datos de la misma forma? 

 

Por lo que hemos dicho, por el proceder parcial y tendencioso.

 

Una vara para medir un Ayuntamiento, pero aquella vara se perdía al siguiente periodo y entonces guardaba silencio.

 

Hay otro rubro que merece mención. Durante la misma gestión de Patjane el ciudadano Rubén Huitrón López fue el director del Organismo del Agua Potable; su paso fue una estela de corruptelas y un cinismo desbordado.

 

En una conferencia de prensa el gobernador Barbosa directamente señaló que aquel titular del agua potable había firmado pagarés por más de 250 millones de pesos a una empresa que supuestamente iba a construir una planta tratadora.

 

El mismo Huitrón tiene varias carpetas de investigación en su contra por pagos a una empresa fantasma.

 

Pese a todas esas anomalías el llamado Igavim, observatorio ciudadano, no ha publicado un solo reporte sobre las graves irregularidades en el sistema del agua potable durante ese periodo.

 

¿Por qué razón? Pues porque Juan José Hernández y Rubén Huitrón López fueron compañeros en aquel Ayuntamiento panista de Francisco Díaz ‘El Pollo’; por eso no dice ni una palabra de su camarada.  

 

Pero sobre todo en el proceder del Igavim queda una gran duda: ¿De parte de quién?

 

El ciudadano Juan José Hernández López se dedica de tiempo completo a presentar solicitudes de información pública y a buscar datos en plataformas de transparencia.

 

Las preguntas se hacen de rigor: ¿Quién o quiénes financian al Igavim?  ¿De dónde obtiene los recursos el titular para operar ese órgano?  ¿Acaso él solo subvenciona todas las funciones del observatorio?

 

Es un tema que se desconoce completamente.

 

El Igavim pide transparencia. Debería dar lo mismo que exige.

 

Sobre el referido observatorio hay otros datos, pero los vamos a dejar para mejor ocasión.

 

Los postres se sirven al final.

 

Como siempre quedo a sus órdenes en  cupula99@yahoo.com