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Miércoles, 13 Octubre 2021 01:21

El engaño migratorio de Biden; sólo recibirá a 15 mil de AL

El engaño migratorio de Biden; sólo recibirá a 15 mil de AL Escrito Por :   Carlos Ramirez

Cuando la vicepresidenta Kamala Harris visitó Honduras para conocer la dimensión de la crisis migratoria centroamericana y dijo sin dramatismo que “no vengan”, en realidad estaba exhibiendo el verdadero perfil de la política de la Casa Blanca ante las solicitudes de asilo.


 

Y ante las cifras de centenares de miles de deportados que quieren ingresar por la fuerza a Estados Unidos, el presidente Biden acaba de definir lo que podría denominarse la política del no hay lugar.

 

En un memorándum oficial del pasado 8 de octubre dirigido al secretario de Estado para definir la política migratoria del 2022 y que forma parte de los documentos oficiales del Consejo de Seguridad Nacional, el presidente Biden reveló que la admisión de refugiados para 2022 será baja: 125 mil visas oficiales, con algunas excepciones reglamentadas.

 

De ese total, sólo se tienen consideradas 15 mil plazas para solicitantes de América Latina y el Caribe, apenas el 12 por ciento del total. Las cifras se acreditan a “preocupaciones humanitarias o de interés nacional”. Eso sí, habrá más plazas para solicitantes de África (40 mil) y cercano Oriente/sur de Asia (35 mil).

 

En datos de corto plazo, sólo la crisis de migrantes haitianos que solicitaron refugio ascendió en una ocasión a 15 mil personas hacinadas debajo de un puente a la espera de trámites migratorios, la misma cifra autorizada por Biden para los solicitantes de toda América Latina y el Caribe.

 

Sin embargo, hay un promedio de alrededor de 150 mil migrantes mexicanos mensuales que son deportados en los últimos años y la oleada de caravanas de migrantes centroamericanos desde 2020 podría haber sumado más de cien mil personas.

 

La política migratoria de Estados Unidos es muy restrictiva porque tiene que ver con solicitudes provenientes de nacionales de más de 150 países del mundo, sin que se tenga capacidad para absorberlos de manera local. En el período 2017-2020, el Departamento de Seguridad Interior estableció la entrega de visas permanentes de residentes sólo a un promedio anual de un millón de personas, entre ellas 370 mil de Norteamérica y 90 mil de Sudamérica.

 

En 2019, más de 153 mil mexicanos obtuvieron residencia, junto a 135 mil caribeños, 40 mil cubanos y poco más de 52 mil centroamericanos. De Sudamérica sólo se regularizaron 88 mil, con el dato significativo de que dos países en colapsos de crisis y violencia expulsaron nacionales hacia Estados Unidos: 18,700 colombianos y 15 mil venezolanos. México ocupó el primer lugar como país con visas permanentes, contra la cifra de más de cien mil migrantes no legales deportados en 2019-2020.

 

El memorándum del presidente Biden al secretario de Estado para informar las cifras oficiales de refugiados que serán aceptados reveló la demagogia anti Trump de la Casa Blanca, pero por encima de todo mostró las claves que revelan la capacidad limitada de Estados Unidos como país receptor de ciudadanos de otras naciones huyendo de la crisis económica y la crisis de violencia, las dos, por cierto, acreditadas a una corresponsabilidad mayor de EE UU: el capitalismo estadounidense que ya no alcanza para todos, y la demanda de consumo de drogas dentro de Estados Unidos que ha determinado en el largo plazo el colapso de seguridad en las naciones.

 

El memorándum señala enfoques de seguridad en la política migratoria: el programa de admisión de refugiados extranjeros contribuirá a los intereses de política exterior de Estados Unidos y designará a dichas personas para este propósito. Como concesión especial, pero sin romper con los límites numéricos, Biden ordenó que se le diera prioridad a nacionales procedentes de Cuba, Euro-Asia, el Báltico, Irak y el triángulo del norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), de interés geopolítico.

 

Caso especial será la regularización migratoria de refugiados políticos procedentes de Afganistán, donde Estados Unidos tuvo una ocupación militar de 20 años y configuró una comunidad nacional colaboracionista cuyos miembros están siendo buscados por el gobierno talibán. De manera oficial se habla de casi cien mil refugiados sólo en EE UU, aunque algunas versiones señalan muchísimos más. Los ex presidentes corresponsables de la crisis en Afganistán ―Clinton, Bush y Obama― han creado un comité especial para agilizar las visas.

 

El memorándum del pasado 8 de octubre revela la verdadera política migratoria de Estados Unidos y muestra la incapacidad para recibir a los centenas de miles de solicitantes de refugio.

 

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