Domingo, 28 de Abril del 2024
Miércoles, 19 Mayo 2021 01:12

Los mitos de la 4T en materia económica

Los mitos de la 4T en materia económica Escrito Por :   Jaime Oropeza

El presidente López Obrador, ha basado gran parte de sus decisiones de gobierno en una serie de mitos que han afectado seriamente la economía nacional. Uno de los más graves, ha sido el creer que el gobierno es el generador de la riqueza del país. Es cierto que el gobierno administra los recursos públicos, y tanto la inversión pública como el gasto público pueden generar valor si son aplicados de manera eficiente e inteligente. Sin embargo, el total del gasto público representa el 25 por ciento del total del producto interno bruto del país, y la mayor parte de ese gasto proviene de la recaudación a través de impuestos. Son las empresas y trabajadores, quienes generan la mayor parte de la riqueza y el valor en México.


 

Desde su campaña, AMLO se cansó de prometer que con los ahorros que se obtendrían del combate a la corrupción alcanzaría para prácticamente todo lo imaginable y deseable. Ya en el poder, el presidente y la 4T han acabado con los fondos de contingencia, ahorros y han pulverizado los presupuestos de múltiples programas y dependencias.

 

Para obtener más dinero, ha llevado a cabo una estrategia agresiva, por decir lo menos, de recaudación fiscal, su gobierno ha adquirido deuda pública, aunque él la niegue cínicamente, y en el colmo de lo absurdo, ha ‘rifado’ el avión presidencial con los resultados que todos conocemos. No olvidemos que el ejecutivo ha intentado obtener los remanentes del Banco de México, y diversos legisladores afines han sondeado la idea de nacionalizar los fondos de ahorro para el retiro.

 

Por el contrario, nada ha hecho para generar confianza y certidumbre para que las empresas inviertan y operen en el país. Su desdén y coraje hacia el sector empresarial es evidente y ha sido característico de su gobierno. No ha podido aceptar que, sin la iniciativa privada, cualquier proyecto de país es inviable. Es inviable porque se requiere inversión privada, y porque un gobierno requiere de ingresos producto de los impuestos de los privados.

 

En su primera decisión trascendente, como presidente electo, en noviembre de 2018 canceló el proyecto de infraestructura más ambicioso de Latinoamérica mediante una improvisada rueda de prensa, donde habló con el estómago sobre como su poder estaría por encima del capital. Además, decidió pagar cientos de miles de pesos con el dinero de nosotros, los contribuyentes, por su capricho. A partir de ahí, la relación ha empeorado al grado de ignorar en la práctica cualquier propuesta o recomendación por parte del empresariado, incluso ante la peor crisis que haya presenciado cualquier mexicano en vida. Es la hora que no existe un plan de reactivación económica para el país, ni presupuesto para llevarlo a cabo. Ni hablar de un gabinete para implementarlo.

 

El presidente también ve como fuente de riqueza nuestro carbón y petróleo. Si bien hace décadas, una economía podía basarse en sus materias primas, eso ha quedado atrás. La industria petrolera representa entre el tres y el cuatro por ciento del PIB nacional, y la del carbón ni pinta. PEMEX perdió más de 800 mil millones de pesos en 2019 y 2020 de acuerdo con sus propias cifras, y sin embargo el presidente le sigue inyectando un buen porcentaje del presupuesto. Por su parte la CFE, tuvo pérdidas por 80 mil millones de pesos el año pasado a pesar de todo el apoyo para fortalecer el deficiente monopolio que representa, en perjuicio de los consumidores.

 

Las pérdidas de estas paraestatales se cubren con dinero de los contribuyentes, y esto no le representará ninguna ventaja a nuestra economía en materia energética, como si lo pudiera ser un buen plan de inversión en renovables, para que el consumidor pudiera obtener energía limpia y a mucho mejor precio. Además, por supuesto de ser un país responsable con el planeta y las futuras generaciones. Durante el año 2020, año de pandemia que frenó múltiples inversiones, el sector que tuvo mayor crecimiento en nuevos proyectos fue el de las energías renovables a nivel mundial. En México, se frenaron todos los nuevos proyectos de este tipo, por decisiones gubernamentales basadas en mitos.

 

Así como se equivoca en identificar dónde radica la riqueza de nuestro país, también lo hace en creer que la esencia de un gobierno es redistribuirla. Por eso, los funcionarios de su administración sólo necesitan 10 por ciento de capacidad. Prácticamente, la prioridad de este sexenio es otorgar becas a los padrones de beneficiarios que integran los delegados y servidores de la nación, dejando atrás en importancia la seguridad, servicios públicos, obra, educación, salud, etc. Por ello, las torpezas, mentiras, negligencias de las que somos testigos frecuentemente por parte de la clase gobernante.

 

En resumen, tenemos una corriente gobernante muy preocupada en la distribución de la riqueza, pero totalmente despreocupada por la generación de ésta. Por cierto, ¿cuál es el resultado de esta administración en el combate a la pobreza a través de sus programas clientelares? 10 millones más de mexicanos pobres y contando, pero sobre eso, platicamos en otra ocasión.

Puntalito.

 

Mito: “Historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona o de una cosa y les da más valor del que tienen en realidad”

 

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