Pero esta demarcación se ha convertido en los últimos años en el principal dolor de cabeza de los traileros, gracias a la forma en la que opera la Dirección de Tránsito Municipal, al mero estilo de una verdadera mafia.

 

Vamos por partes.

 

De entrada, los transportistas que ―por error humano o del GPS― llegan a circular las avenidas de esta ciudad poblana son la presa favorita de los agentes de vialidad, que parados en cada esquina buscan cualquier equivocación para detenerlos. Acto seguido, los conductores son amenazados con ser infraccionados y con llevar la unidad al corralón ―sitio que también tiene un espacio en este infierno y del que les contaré más adelante―.

 

Tras varios minutos de ser víctimas de las amenazas de los uniformados, los transportistas no tienen de otra más que ceder al clásico ‘por eso joven’ de los agentes de tránsito y proceder a desembolsar el soborno, para así poder continuar con su ruta.

 

Como bien dice el dicho, ‘depende del sapo la pedrada’ y según el tipo de infracción, el tamaño de la unidad y hasta de la carga que transporta, es cómo los agentes de vialidad fijan la cantidad de las ‘mochadas’, las cuales van de los 8 mil hasta los 20 mil pesos.

 

Eso sin mencionar que hay transportistas, agrupaciones y hasta empresas de transporte de carga que, para evitar ser infraccionados, cada mes pasan puntualmente su ‘cooperación voluntaria’ al área de Tránsito Municipal, las cuales oscilan entre los 25 mil y hasta los 50 mil pesos.

 

Y es que los transportistas ―las víctimas de este infierno― se han convertido en el principal ingreso para los agentes de vialidad de Texmelucan y para sus altos mandos. Tan es así que actualmente el comisario de la demarcación, Juan Alducín, cobra 20 mil pesos a todo aquel que quiera formar parte de esta (mafia) dirección de Tránsito.

 

Además, adaptados al trabajo por objetivos, los agentes de vialidad tienen que dar un diezmo a sus comandantes, el cual posteriormente, claro, llega a las manos del comisario.

 

Por ejemplo, un patrullero que vigila las calles de Texmelucan a bordo de una motocicleta tiene que entregar 3 mil pesos semanales; para los que trabajan en patrullas ‘viejas’ la cuota es de 4 mil pesos y aquellos que tienen la fortuna de realizar su trabajo en las patrullas último modelo adquiridas recientemente por el Ayuntamiento tienen que entregar cada ocho días un total de 7 mil pesos.

 

Por si fuera poco, como ya se los adelantaba líneas arriba, los transportistas que circulan por Texmelucan también padecen de este infierno si su unidad llega a caer en el corralón, puesto que primero tienen que librar la liberación del vehículo ante el Ayuntamiento de la demarcación, y posteriormente pagar los gastos de arrastre y piso.

 

Sin embargo, en las últimas semanas en Texmelucan se han presentado diversos casos que apuntan a que los empleados y dueños del corralón de la empresa Logísticos del Sur operan con la mafia que existe en el área de Tránsito Municipal.

 

En al menos un par de ocasiones, hasta el corralón de esta empresa han acudido propietarios de unidades que ‘son robadas’ en las calles del municipio y que ‘por arte de magia’ su ubicación en el GPS no se actualiza hasta varias horas después, ya que aparecen en este lugar.

 

Al querer recuperar su unidad y con total alevosía, sabedores de los tiempos y la urgencia de los transportistas por liberar su unidad, los empleados del corralón extorsionan a los propietarios pidiéndoles desde 35 mil pesos hasta 65 mil pesos para entregarles el vehículo, saltándose todo el trámite de la denuncia y el proceso de investigación.

 

Este es el viacrucis que sufren los transportistas que atraviesan el infierno texmeluquense, el cual está operado por el comisario e incluso por el director jurídico del Ayuntamiento, Horacio Cano, del que les contaré más en una próxima entrega.

 

Es un gusto para mí traer para ustedes esta columna “Estocada”, misma que por ahora estará disponible cada miércoles en el portal número uno de noticias en Puebla, Diario CAMBIO.

 

Yo soy Luis Garnica y me pueden encontrar en Twitter como @luis_ggarnica.

 

Nos leemos en la próxima Estocada.