De forma abusiva, totalitaria, sin límites y bajo la única regla de corromper todo y a todos, así es la forma en la que gobierna la presidenta municipal de Tecamachalco, Marisol Cruz que, gracias a Dios, o a cualquier deidad en la que usted amigo lector crea, y para fortuna de la gente de este municipio, ya se va.
Por si fuera, a lo largo de tres años Cruz García también ha gobernado con el (llámelo como usted quiera) sello/estilo/santísima trinidad/mal ejemplo de la casa morenista, ineptitud-ignorancia-‘y aquí mando yo’.
Y si no me cree, basta ver la forma y los modos con los que se ha conducido la señora presidenta desde el 17 de diciembre del año pasado, cuando con el uso de la fuerza pública y sin importarle que estudiantes menores de edad, maestros, padres de familia y hasta ancianitos estuvieran haciendo una cadena humana, demolió la escuela Jesús Reyes Heroles para construir un mercado que entregará, a través de concesiones ilegitimas, a sus prestanombres, amigos y operadores.
Sí, tiró una escuela y ‘de ahí pal real’…
Para concesionar este mercado –que construyó donde antes había una escuela- Cruz García ha hecho de todo… desde simular sesiones de Cabildo, pasando por comprar votos de los regidores y hasta amenazar a quienes se opusieron al Reglamento de Mercado, en el que precisamente la propia presidenta se faculta para poder concesionar los locales del Mercado Ayocuan sin ningún tipo de procedimiento.
Por cierto, en dicho reglamento aprobado recientemente en lo ‘oscurito’, además se estipula que los títulos de concesión pueden ser transferidos por el apoderado, ¡hágame usted el mentado favor!
No conforme con atropellar la ley (por decir lo menos), para cumplir este capricho llamado Mercado Ayocuan y que antes de que concluya su administración el 14 de octubre le dejará los bolsillos inflados de dinero, Marisol Cruz se empeña en hacerles la vida imposible a los cuatro regidores que además de oponerse a su proyecto, le hicieron ver todos sus errores y anomalías contenidos en el Reglamento de Mercado.
Han pasado 10 días, y por órdenes de Marisol Cruz los regidores Rufino Maldonado y Héctor Rosales, así como las regidoras Estebini Fernández y Claudia Gámez, no han podido cobrar la última quincena, ejerciendo así violencia laboral e incluso violencia política de género.
Aunque esto, obviamente, poco o nada le importa a Marisol Cruz, ya que además la presidenta municipal mantiene retenidos los pagos de las prestaciones de estos cuatro regidores desde el inicio de la administración a la fecha. Y de las primas vacacionales y el pago de vacaciones ni hablamos, porque están en la misma situación.
Y aunque estos cuatro regidores acudieron ayer a presentar la queja formal a la Presidencia Municipal para que sea remitida al Tribunal Electoral local, la gente al servicio de la presidenta los ignoró y hasta hicieron por perdido el documento –‘no está aquí, se lo llevó la presidenta’-, vaya ni acuse de recibido les dieron.
Pronto sabremos toooooodas las implicaciones legales que habrán de enfrentar Marisol y su grupo de ocho ‘traidores’, que de manera mañosa aprobaron el Reglamento de Mercado para concesionar –si así se le puede llamar a lo que harán- los espacios del Mercado Ayocuan, obra que por cierto será la insignia de su administración en Tecamachalco.
A ver cuánto le dura, lo bueno por ahora es que ya se va.
Nos leemos el próximo miércoles en una nueva ‘Estocada’, me despido por ahora, pero recuerden que me pueden encontrar en:
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