Así como versa el famosísimo refrán de que ‘Nadie nace sabiendo’, aun cuando una persona tenga muchos títulos universitarios, sea experto en algunas áreas o tenga muchas ganas de hacer su mejor esfuerzo, existe una curva de aprendizaje al llegar a un nuevo puesto, empresa o proyecto que sólo ha sido probado en papel, tendrá que adaptarse y eso, pequeño o grande, tiene un costo.

Pocas veces este factor se toma en consideración en los procesos de producción, manuales, plan financiero o proyecciones y eso puede alterar considerablemente los números finales, tanto en merma, tiempo, dinero y hasta en temas relacionados con el ambiente laboral.

Es muy importante que consideres una capacitación previa, algo así como un periodo de inducción, donde el personal nuevo pueda hacer acompañamientos en los procesos, aun cuando no vaya a trabajar en esa área, pero sí es importante para que tengan conciencia de cómo puede impactar el desarrollo de su trabajo en los demás; y así conozca de tiempos, dificultades y mejoras en los procesos.

Para ello es necesario que antes, definas perfectamente las funciones y perfil de cada puesto que la gente ocupará, para que delimites cuáles serán las tareas a realizar.

Asegúrate de darle las herramientas necesarias, puesto que si no se sabe dónde está la sal, hasta el mejor chef puede hacer algo insípido.

Maneja adecuadamente tu inteligencia emocional, ya que en ocasiones las cosas pueden salir de forma distinta a lo que esperabas, y es mejor analizar con atención en qué se está fallando sin antes agredir o limitar las explicaciones; esto puede dar pie a una mejora continua por parte del nuevo integrante.

Recuerda que es mejor corregir con una explicación de cada punto, a sólo minimizar o anular el esfuerzo del personal, ya que eso puede generar roces en el ambiente laboral y eso, nos puede afectar la productividad y cumplimiento de objetivos, porque a nadie nos gusta trabajar en un ambiente donde no se nos trate con respeto o se nos impida expresar nuestra opinión.

Para minimizar los riesgos trata de compartir el peso de las responsabilidades mientras se empata el ritmo de los nuevos elementos al equipo, es decir, así como poco a poco cambias la velocidad de un auto, es elemental que no sueltes todas las responsabilidades sin acompañamiento; eso podría costarte clientes, contratos, proyectos o incluso multas o cosas que lamentar.

Si el costo de los errores es mayor, considera el compartir la responsabilidad con quien ha cometido la falla para que registre que es muy importante prestar más atención a cada momento, pero trata de evitar esos resultados, si no es posible, considera siempre en caja chica un margen para cubrir esos gastos.

Antes de tomar cualquier decisión considera que para que un proyecto camine adecuadamente debemos apalancarlo adecuadamente y blindarlo en la medida de lo posible; nada que se haga al vapor tiene la garantía de salir a la primera, por ello es mejor reducir el nivel de riesgo al mínimo tolerable y cuando ya esté capacitado tu personal, trata de mantenerlo para que no tengas tanta rotación que te limite.

Si consideras estos ‘tips’, seguramente te será mucho más sencillo que el ritmo de tu negocio no pare y además esté más protegido, para que crezcas como un… UNIVERPRESARIO.