Como la elección por la dirigencia estatal del PAN no fue el ‘día de campo’ que preveían los genovevistas, lanzaron ayer un grito desesperado. Sacaron de las sombras a Jorge Aguilar Chedraui para ponerlo en el frente de batalla de la contienda interna y atacar al verdadero enemigo: Eduardo Rivera, quien comanda a la dupla Augusta-Marcos y está a punto de llevarlos a la victoria.

Aguilar Chedraui, mejor conocido como JACH entre los morenovallistas, es de esos personajes impresentables que hay en Puebla por el tufo que hiede a corrupción. Para nadie es un secreto su enriquecimiento en el sexenio de su jefe Rafael Moreno Valle.

En el morenovallismo fue secretario de Salud y fue ahí en donde se convirtió en millonario. CAMBIO documentó ampliamente sus corruptelas y cómo, a través de una mafia de proveedores, desfalcó a la dependencia con contratos de más de 400 millones de pesos.  

Aunque sus negocios fueron muchísimos más con la construcción de diversos hospitales, que lejos de acercarles los servicios de salud a los poblanos quedaron en verdaderos Elefantes Blancos, pues o faltaba equipamiento, o simplemente no había médicos, pero eso sí, se realizaban inversiones millonarias en ellos.

Don JACH tuvo siempre el manto protector de su jefe y jamás fue llamado a cuentas, al contrario, trataron de limpiarle el ‘cochinero’; aunque recientemente el gobernador Barbosa dijo que seguía siendo investigado por desvíos de recursos ya no sólo en la SSA, sino también en el Congreso, luego de que Gabriel Biestro lo acusó de desviar diez millones como líder del Congreso.

"Ese nombre (Jorge Aguilar Chedraui) se ha repetido hasta la saciedad como principal beneficiario de cuestiones irregulares (...) 10 millones ¿Tan poquito? Es de los ricos, ricos pero ricos", dijo el gobernador en aquella ocasión.

El propio JACH sabe de la fama que se carga y que su pasado lo persigue, por lo que optó por mejor hacerse a un lado, pues él era la verdadera dupla de Genoveva Huerta para buscar la reelección. Pero la historia ya se conoce, decidió mejor no dar la cara, pues sabía que lejos de sumarle le restaría a su amiga y mejor le envió a uno de sus empleados más cercanos, un tal Clemente Gómez.

Total que el cargo de secretario general lo podía exigir en cualquier momento, pues entre los genovevistas existe la versión de que es él, y nadie más, el financiero de la campaña de reelección.

El problema fue que a lo largo de la campaña el empleado cercano de Jorge Aguilar no supo, no pudo o no quiso, ponerse los guantes y enfrentar a los yunquistas-‘lalistas’ junto con Genoveva, por lo que la percepción generalizada es que ella está sola enfrentándose al mundo.

Por si fuera poco, al arrancar esta semana el genovevismo vivió un negro episodio con la traición artera que protagonizó Jesús Morales Rodríguez, al renunciar a la ’Secretaría Sin Importancia del CDE del PAN’ que le crearon exprofeso tras perder su elección a diputado federal, y sumarse a la campaña de ‘Lalo’-Augusta-Marcos. Días antes, Rocío Aguilar Nava también se había tomado la foto con Marcos Castro, pero ella no renunció a su cargo en la dirigencia estatal, fue traidora, pero quiere seguir cobrando. 

Además, se confirmó que los acuerdos de ‘Lalo’ con liderazgos que fueron agraviados por ‘Geno’ a lo largo y ancho del estado rindieron frutos, y hoy tienen la contienda cerrada.

Ante ese sombrío panorama Genoveva no tuvo más remedio que a echar toda la carne al asador y sacar todo lo que tiene para poder resistir las ultimas batallas contra el yunquismo-‘lalismo’, aunque eso implicara a un impresentable como JACH; aunque al final del día esa inclusión le va a restar más de lo que puede ganar.