Lunes, 06 de Octubre del 2025
Jueves, 27 Enero 2022 01:22

Cárcel de San Miguel es un poderoso negocio muy complejo de deshacer

Cárcel de San Miguel es un poderoso negocio muy complejo de deshacer Escrito Por :   Carlos Rocha

En cada cuarto existe un aparto, pues se ponen de acuerdo para pagar los mil 500 pesos a la semana de renta por mantener el móvil. La tarifa es clara: mil 500 por un celular básico y 2 mil 500 por un equipo que tenga redes sociales.


 

Cada semana circulan en la cárcel de San Miguel 1.5 millones de pesos en efectivo por concepto del uso de teléfonos celulares. Al mes representan 6 millones de pesos que se van repartiendo de abajo para arriba: desde los presos, custodios, jefes de turno, subdirección, dirección y más alto.

 

La suma de dinero es sencilla de explicar, pues para empezar en este reclusorio no existen los teléfonos públicos, lo cual orilló a la proliferación de los móviles.

 

Alguno de los últimos directores mandó quitar las cabinas telefónicas que funcionaban con tarjetas de Telmex para meter a una empresa privada –léase negocio—. El cambio no resultó y jamás volvieron a instalarse las casetas públicas de tarjeta.

 

Pero para un preso la comunicación con el exterior es básica: hablar con los hijos, la pareja y después los abogados representa fuerza.

 

Es así que en San Miguel existen en promedio mil celulares. Uno por cada una de las celdas de los 29 dormitorios.

 

En cada cuarto existe un aparto, pues se ponen de acuerdo para pagar los mil 500 pesos a la semana de renta por mantener el móvil. La tarifa es clara: mil 500 por un celular básico y 2 mil 500 por un equipo que tenga redes sociales.

 

Claro que en el dormitorio P, en donde están los padrinos, los poderosos y millonarios de la cárcel, cada reo tiene su aparato de teléfono y de los que tienen acceso a Facebook, WhatsApp y Twitter. En menor medida, en las naves J y K en donde están los más peligrosos, ahí en promedio tienen dos equipos por celda.

 

Es así que el negocio podría ser mayor: aumentaría a 2 millones de pesos a la semana y casi 8 millones de pesos mensuales.

 

Eso sólo por concepto de celulares, en el que las cantidades son de dominio público. Pero está el negocio de las drogas, que inicia desde 10 pesos por una dosis.

 

En medio de este escenario, la tensión en San Miguel está al máximo, pues la noche de este miércoles ninguno de los mil aparatos timbró ni vibró, no entró la llamada, nadie contestó, se habían decomisado.

 

Los familiares de los presos se quedaron nerviosos de no recibir las buenas noches. Parece ser que la comunicación se terminó.

 

La intención está puesta, la llegada de María del Rayo Mendoza como la nueva directora de la cárcel de San Miguel manda un mensaje de aliento para terminar con la corrupción que impera adentro.

 

Sin embargo es una tarea titánica que tomará mucho tiempo, y quizá sea riesgoso dejar a casi 4 mil internos sin comunicación, sin drogas, alcohol y todas las prebendas que durante años han tenido.

 

Comentarios: rochapress@gmail.com

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