Ríos de tinta corren —y correrán— en la prensa poblana sobre la detención de Arturo Rueda por el presunto delito de extorsión en contra del priista Jorge Estefan Chidiac. Justifican y festinan una acción desde el poder contra un periodista, pues se trata del director de Diario CAMBIO. 

 

El tema de la persecución política contra el periodista poblano es claro. Y el autor intelectual no es otro que el diputado priista.

 

Es presentado como un “empresario de medios”, aunque nunca le habían dado ese mote, pero lo importante es no decirle “periodista”. Lo victimiza.

 

Las descalificaciones son la constante y lo menos que se dice es que se aprovechó del periodismo para sacar provecho o hizo del oficio un negocio. No podría esperarse otra cosa.

 

Lo que sucede bien puede ser parafraseado con una de las frases célebres del ‘Gober Precioso’, celebran que ahora si le pusieron un “coscorrón a un viejo cabrón”.

 

Pero esa es una de las versiones, una de las caras de una historia que va más allá de la simple aplicación de la ley.

 

Es una nueva andanada contra un periodista polémico, muy polémico, que ha cuestionado, exhibido, criticado y señalado a los hombres del poder. Sin importar el sexenio desde el marinismo a la fecha.

 

Ahí están las páginas de Diario CAMBIO en donde no hay gobernador, alcalde o personaje de la vida política y pública que no haya sido criticado por el periodista, reporteros y colaboradores, siempre con datos duros y con pruebas que con el tiempo se han confirmado, como se hace con el buen periodismo.

 

Aunque a muchos les cueste aceptarlo. No todo versa sobre esa versión del abuso de la pluma.

 

Hay mucho que cuestionar sobre el caso y que dejan claro que es una persecución.

 

¿Por qué por una denuncia de hace siete años, desestimada en dos ocasiones por falta de pruebas, fue reactivada para que ahora sí detuvieran a Rueda?

 

¿Qué hizo cambiar la postura del mismo juez que había regresado dos veces la averiguación a la FGE por falta de pruebas, si no se presentó ninguna nueva o extra para reactivar el caso?

 

¿Qué tan legal es que haya sido realizada su detención en la Ciudad de México por agentes poblanos que sólo mostraron un documento y que luego fuera trasladado en vehículos sin placas ni emblemas o logotipos de la FGE de Puebla?

 

¿Por qué negaron en dos ocasiones que el periodista poblano se encontrara en las instalaciones de la Fiscalía de la Ciudad de México, cuando los vehículos que salieron de ahí son los mismos que se ubicaron en Puebla?

 

Y la cereza del pastel para no dejar a dudas de que se trató de un ataque desde el poder.

 

De acuerdo a la información que se dio a conocer en la audiencia preparatoria de Arturo Rueda la orden de aprehensión fue liberada por un juez desde diciembre, sí, desde hace más de cinco meses.

 

¿Por qué no fue ejecutada por los ministeriales poblanos en esos 150 días?

 

¿No habían ubicado al periodista en Puebla donde tiene su domicilio particular y lugar de trabajo?

 

¿Nadie les aviso en la FGE que de lunes a jueves desde las instalaciones de Diario CAMBIO transmitía el programa de “Súper Troles Tóxicos”?

 

Por eso es curioso que ubicaron de inmediato al periodista los agentes cuando no tenía ni 48 horas de estar en la Ciudad de México, cuando estuvo en Puebla por lo menos 120 días del año en curso.

 

Más curioso que la embestida mediática durante la semana previa era por un proceso por el supuesto delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero fue detenido por una vieja averiguación por una denuncia presentada por su odiador profesional, Jorge Estefan.

 

Seguirá corriendo la tinta para denostarlo y habrá más justificaciones para los poderosos en turno.

 

Pero no hay duda en Diario CAMBIO que Arturo Rueda, nuestro director Editorial, enfrenta una nueva embestida desde el poder. Y nadie nos hará cambiar de opinión.

 

Sabemos que ahora diferente, está detenido y el asunto ahora está en el ámbito jurídico, desde donde se debe hacer la defensa.

 

Y claro, recuerdo muy bien que Arturo Rueda siempre lo dijo: Diario CAMBIO son todos los reporteros, fotógrafos, editores web, diseñadores, correctores, editores y colaboradores y él era la cara visible del medio de comunicación más leído de Puebla. Los que salen a diario a las calles.

 

No hay duda de que hay Diario CAMBIO para rato y que seguiremos haciendo lo que hacemos todos los días: periodismo.