Atravesar el Bulevar Norte a la altura del Mercado Hidalgo, el Unión y el tianguis de La Cuchilla se ha convertido en una situación de alto riesgo, ir a comprar es jugar con la vida. Personas ajenas que acuden no salen, ni siquiera en cadáver.
Los tres mercados forman un triángulo peligroso, un territorio en disputa, una guerra mortal pero de baja intensidad por controlar la zona sin llamar la atención para que todo siga igual
Este Triángulo Negro es además un submundo: de día hay comercio, asaltos, narcomenudeo; de noche hay antros, bares, table dance con mujeres extranjeras, fumaderos, picaderos, operan venezolanos, colombianos, veracruzanos, exconvictos, todos en su zona segura, su zona de impunidad.
Reportear la zona es imposible, el miedo está fundado en asesinatos, desaparición de personas, y amenazas de muerte.
El Caimán
Por el nivel de violencia, parece que quien controla el Triángulo Negro es ‘El Caimán’, un expresidiario de San Miguel que en abril de 2021 tomó por la fuerza La Cuchilla y decretó que sería su centro de operaciones.
En este punto desaparecieron hace un mes Joselin Carreto y David Báez, sus familias sospechan, justamente, de bandas delictivas. La Fiscalía catalogó la investigación como “muy delicada” y no les ha dicho más. Quizá no se atreven a entrar.
Hace unas semanas las autoridades ministeriales fueron a buscar a la pareja pero sólo estuvieron en la entrada. La Cuchilla estuvo custodiada por esbirros de ‘El Caimán’ que siguieron en todo momento a los policías.
En abril pasado, la Guardia Nacional detuvo a un narcomenudista de ‘El Caimán’ y de inmediato sus sicarios frenaron el vehículo en el que lo llevaban, golpearon a los policías, liberaron al criminal y se dice que el capo obligó a los uniformados a pedir disculpas a cambio de devolverles la patrulla.
Los colombianos
Otra banda de la zona está identificada como los colombianos. Ellos operan en un tugurio llamado ‘Las Venezolanas’, propiedad de un venezolano cuyo padrastro es un colombiano. Es su lugar de reunión aunque se sabe que operan en Xonacatepec y Bosques de San Sebastián.
En la zona del Mercado Unión estaba otro bar llamado ‘La Cruda’, la entrada estaba vigilada por gente con armas largas a plena luz del día.
Los catorces
Otro grupo es conocido como ‘los catorces’, detrás del Mercado Hidalgo, del lado del Unión, se hacen llamar así porque controlan el pasillo 14, en donde hay una narcotiendita, en donde también se consume.
Este grupo vigila el Hidalgo y en específico ciertos puntos, como la parada de la ruta 12, parece ser que son antagónicos al grupo de La Cuchilla y por ello la disputa ocurre todos los días.
Testimonios aseguran que quien manda en la zona es el grupo de ‘El Caimán’, pues hace un año se ordenó que los bares del Hidalgo cerraran máximo a las siete de la noche bajo amenaza de muerte y los alinearon.
En el Triángulo Negro todo concurre con una extraña complicidad: nadie dice nada, no se detiene a nadie, y cuando se atreve a denunciar las autoridades apuestan al olvido. La impunidad manda.
