Ante la ola obradorista la gran mayoría de referentes nacionales y estatales se incorporaron tanto a los poderes legislativos, como a los distintos órdenes de gobierno, y Morena durante meses entró en un letargo que prolongaba los festejos, y en el caso de Puebla, en un 2018 que cerró con la necesidad de volver a salir a las urnas, con el fantasma del fraude electoral, lo que provocó que la elección extraordinaria del 2019 en ejercicio de sus facultades fuera organizada por el INE y no por el órgano electoral local.
La situación ameritaba la recomposición del órgano estatal del partido, lo que conllevó por parte del Comité Ejecutivo Nacional el otorgar distintos nombramientos para enfrentar el proceso que estaba por venir y que entregó a Morena en las urnas la gubernatura del estado con el triunfo de Luis Miguel Barbosa, quien meses después asumió el cargo.
Llegó el momento de la renovación del partido, e iniciaron las asambleas para nombrar a los consejeros y consejeras en lo que se convirtió a nivel nacional en una cadena de procesos desaseados, y en el inicio de una historia llena de denuncias, quejas y recursos ante los órganos internos del partido y electorales, lo que hoy se ha convertido en una historia común.
Hoy pareciera ser que el impugnar resoluciones es normal, entre otros por aquellos que aducen a su derecho a permanecer en los cargos que les fueron otorgados de manera transitoria, y que pese a sus nulos resultados pretenden regresar, no obstante que por ejemplo en Puebla por los malos manejos de la dirigencia en el 2019, el órgano fiscalizador del INE impuso una multa de 11 millones de pesos, siendo el partido que por mucho fue sancionado con mayor severidad por esta instancia, o como por el proceso de las convocatorias para la selección de candidaturas las cuales han sido impugnadas en bloques. Y la pregunta es clara, ¿acaso los impugnantes actúan de manera solitaria u obedecen a otros intereses? Porque sería lamentable que los jóvenes sean utilizados para estos efectos.
Pero no sólo se litiga en los tribunales, hoy cada quien ya tiene a su chambelán, para litigar a través de los medios los distintos procesos del partido, y lo debemos decir claro mediante notas tendenciosas que pretenden mediante las 5 columnas confundir a la militancia, que curioso es leer notas que sacan del contexto todo lo sucedido o incluso que interpretan una resolución con la magia de la creación de historias que tienen como fin inventar algún escenario. Por eso replico lo que señala una famosa librería, leer evitará creer todo lo que se publica.
Estamos a unos días del cierre de los procesos internos de los partidos políticos de cara a la jornada electoral del 6 de junio, y qué podemos esperar en Morena, no tengo la menor duda que lo mismo que he expresado, una cadena de impugnaciones y el uso faccioso de algunos medios de comunicación, para pretender conquistar lo que en muchos casos no han sido capaces de lograr con la militancia, mediante el respaldo, respeto y apoyo de los mismos.
Morena representa la fuerza de un movimiento que va más allá de estas disputas que en muchas ocasiones son estériles, son millones de mexicanos que apostaron y apuestan por el cambio verdadero, por lo que el escenario pese a estas discordancias que se han provocado al interior no dejará de ser alentador.
Reconozco el derecho de participar de todas y de todos, pero también reconozco el derecho de los millones de mexicanos y mexicanas que se han sumado al proyecto, y es ahí donde se debe encontrar un equilibrio, porque debemos entender que Morena hoy no le pertenece a sus fundadores, ni a los consejeros y consejeras, ni a sus dirigencias, Morena le pertenece a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas que apostaron por el cambio, que se fueron incorporando en el camino, que comparten los ideales de nuestro Presidente, y que sueñan que día a día en ver cristalizado los ideales de la Cuarta Transformación.
Es mi voz, pero no es mi voz… Súmate al #PactoComunitario, te cuidas tú, me cuido yo, nos cuidamos todos.
