A lo largo de este tiempo hemos escuchado miles de posturas en función a que si ha sido un mal año, que la economía va en picada, que las cosas no se van a componer… pero en realidad, ante los peores escenarios te invito a que reflexiones un poco.

En primera, tienes la oportunidad de estar hoy aquí, leyendo esta columna e informándote; eres afortunado de tener un teléfono celular con internet o un computador y eso habla de que tienes con qué pagarlo, muchos por el contrario, tal vez no sepan qué o con qué comerán; tienes el privilegio de volver a casa, o de estar en ella seguro y resguardado del virus que pueda estar allá afuera.

Tal vez eres de los pocos que no ha perdido un familiar cercano, quizá sí a un muy buen amigo pero, tu núcleo está completo…

Probablemente hoy pudiste vender algo en tu negocio y eso te permitió pagar la renta o la quincena de tus trabajadores, llevar alimento a tu familia; alguien recomendó tus productos o servicios y ahora tienes nuevos clientes, o mejor aún, tal vez hasta pudiste disfrutar de un día de descanso por el fin de semana largo.

¿Te has hecho consciente de que el estado de ánimo colectivo te ha mantenido angustiado y confundido, pero en realidad quizá tienes mucho que agradecer?

Tal vez te parezca un tanto romántico o incluso absurdo, pero permíteme decirte que la gratitud es el principio de la prosperidad, sí, cuando agradeces no significa que te conformes, sino que valoras lo que tienes y puedes aspirar a algo más.

A un año del inicio de la cuarentena en nuestro país, muchas cosas han cambiado como en el resto del mundo, pero lo que poco ha cambiado es nuestra actitud ante esto para retomar el rumbo.

Diariamente cientos de personas se contagian y muchas otras mueren, pero hoy tú, los tuyos y yo estamos aquí, dándole para sacar el barco a flote, mientras cada tripulante ocupa una posición, no podemos ser sólo espectadores sin responsabilidad.

Dejemos de pensar con negatividad cada día, es lo que hay y no podemos regresar el tiempo, pero sí mejorar el que viene o el que está trascurriendo.

Nadie más lo hará por ti, por mí, por todos y todas… recordemos que el mejor activo que tiene nuestro país somos nosotros, quienes le damos ese extra a las cosas para que sean mejores.

¿Sabes cuántos anhelaban un suspiro más, un día más de vida, que su padre, madre, hermana, hermano, amigo, amiga, esposo, esposa, hijo o hija hubiera salido de esta? Miles. Y tú ¿cómo valoras tu vida, ese enorme milagro que te permite comenzar, con todo lo que eres, para reinventarte una y mil veces?

Te pido que al finalizar estas líneas cierres tus ojos y respires profundo, tan profundo como puedas y te hagas consciente de ese proceso mágico con el que hoy eres bendecido y lo agradezcas.

Que el decir, hay salud y eso es lo importante, se convierta en una razón para seguir, que lo demás, te aseguro, viene por añadidura a tu trabajo y a la aplicación de tu talento.

Recuerda que los negocios se hacen por personas, y si las personas estamos bien, crearemos riqueza y abundancia donde quiera, como sea, con lo que tengamos y entonces podremos ser… UNIVERPRESARIO.