El presupuesto destinado para este último es de 1.9 billones de dólares (trillions le dirían los estadounidenses), y representa aproximadamente el 8.5 % de su producto interno bruto. Es de tal magnitud este programa que la OCDE ha estimado que tendrá un impacto positivo de entre 3 y 4 puntos porcentuales de crecimiento adicional para esta economía en los próximos 12 meses y generará hasta 3 millones de empleos. Con este cálculo, la economía norteamericana crecería 6.5 % durante el 2021 alcanzando su nivel pre-pandemia a lo largo de este mismo año e iniciando la recuperación del ritmo perdido. Recordemos que nuestro vecino tuvo una caída en actividad económica de -3.5 % durante el 2020, menos de la mitad de nuestro -8.5 %.
La misma Organización, ha calculado que este programa impulsará aproximadamente en 1 punto porcentual adicional el crecimiento mundial, y en particular el de algunos países como Canadá, Brasil, Reino Unido, Japón, China, y por supuesto México. La economía mexicana se vería impulsada en .75 puntos porcentuales aproximadamente. El pronóstico de crecimiento actualizado de la OCDE para la economía mexicana es ahora de 4.5 % para este año.
Lamentablemente, nuestra economía se encontrará aún lejos de los niveles del año 2018, (en 2019 decreció 1 %), debido a la falta de un programa propio y real de reactivación económica por parte de nuestras autoridades, y por supuesto a las políticas públicas anti-inversión privada que caracterizan ya a la clase gobernante actual, y de las que hemos hablado en entregas anteriores.
Ahora, ¿en que consiste este plan de “alivio”? ¿A qué destinará tanto dinero la economía más importante del orbe?
- Un cheque de 1400 dólares como estímulo para decenas de millones de ciudadanos dados de alta ante la autoridad fiscal, con algunas excepciones a los de mayores ingresos, y 1400 dólares para cada dependiente económico.
- Un cheque semanal por 300 dólares para las personas que se encuentran desempleadas y buscando trabajo.
- Estímulo fiscal que va de los 2 mil a los 4 mil dólares por cada hijo menor de 17 años para las familias.
- Cancelación de intereses y abono de 10 mil dólares para todos los préstamos estudiantiles. (Una práctica muy común en ese país, a través de la cual la mayoría de los jóvenes tienen acceso a la educación superior)
- Treinta mil millones de dólares para apoyar el pago de rentas y moratorias.
- Reforzar el plan de vacunación nacional, a través de 160 mil millones de dólares, destinados a infraestructura y personal, para que toda su población tenga disponible la vacuna antes de concluir el mes de mayo.
- Presupuesto adicional destinado para que todas las escuelas puedan reabrir antes de concluir el mes de abril.
- Presupuesto adicional de apoyo para gobiernos estatales y municipales.
Resultaría ocioso y frustrante comparar este plan con lo que ha ocurrido en México. Desde que la pandemia detonó el primer confinamiento y cierre de actividades no esenciales ha habido 3 anuncios oficiales por parte del Gobierno federal plagados de promesas, pero faltos de técnica y lo más importante: presupuesto. El presidente y su gabinete han “delegado” la responsabilidad de rescatar nuestra economía, principalmente a lo que nos puedan “remolcar” nuestros socios en el T-MEC.
El plan de rescate del presidente Joe Biden sin duda será un alivio importante específicamente para el sector exportador nacional y sus cadenas de proveeduría, así como para los connacionales que trabajan del otro lado de la frontera y sus familiares de este lado. En el mediano plazo, generará aumento de precios y de tasas de interés en ambos países, pero de eso platicamos en otra ocasión.
Puntalito
- En el mes de febrero se crearon 115 mil empleos registrados en el IMSS en México. Faltan más de 866 mil para alcanzar los niveles que teníamos en noviembre de 2019.