El 20 de marzo se celebró el Día Mundial de la Felicidad, y con motivo de ello, se dieron a conocer distintas evaluaciones al respecto, tanto a nivel internacional como nacional. La revista especializada The Economist, realizó un análisis de distintas mediciones incluida la de la empresa encuestadora Gallup, (que da a conocer periódicamente un índice global con amplia difusión impulsado por Naciones Unidas), estudios complementarios, y encuestas de diversas universidades de renombre.
Los estudios de este año tienen un componente adicional muy interesante, nos permiten determinar los efectos de la pandemia, que aún atravesamos, en nuestra sensación o percepción de felicidad. En lo personal, anticipaba que los niveles de felicidad hubieran tenido una dramática caída generalizada, producto de la ansiedad, la enfermedad, el confinamiento, las muertes cercanas y no tan cercanas, la crisis económica, desempleo etc. Sin embargo, los estudios arrojan algunas sorpresas.
A continuación, les comparto algunos de los principales resultados encontrados por The Economist.
- La población mundial prácticamente tiene el mismo nivel de felicidad en este momento del que tenía previo a la pandemia. (De hecho, hay un ligero incremento estadístico.)
- Sin embargo, existen cambios en la distribución de los niveles de felicidad de la población por edad, región, y género.
- Los adultos mayores son más felices ahora, que antes de la pandemia.
- Los jóvenes, por el contrario, son menos felices.
- Las mujeres eran más felices antes de la pandemia.
- Los países nórdicos y de Oceanía siguen siendo los que reportan mayores niveles de felicidad.
- Hay incrementos en la felicidad en la población de países asiáticos como China, Japón, y Taiwán.
- Dentro de los países desarrollados, Alemania y Estados Unidos reportan incrementos, sin embargo, Gran Bretaña y Corea del Sur presentan disminuciones.
- Desafortunadamente Latinoamérica es la gran perdedora este año en estas mediciones, presentando las mayores diferencias negativas con respecto al año anterior, principalmente por la variación en Brasil, Colombia, Argentina y México.
¿Por qué le va tan mal a Latinoamérica? Irónicamente, esta región siempre ha presentado niveles de felicidad particularmente altos con respecto a su nivel de bienestar y desarrollo. La revista lo atribuye a la dificultad de nuestras poblaciones de mantener un distanciamiento social y al mal manejo de la pandemia. Parece ser que lo que nos hacía ser felices es la convivencia social, a pesar de todo lo demás.
Concentrándonos en México, la felicidad de los mexicanos si sufrió fuertes caídas. Cómo país, retrocedimos del lugar 23 al 46 en el ranking global. Por otro lado, de acuerdo con la encuesta realizada por El Financiero-Bloomberg, hace un año el 57% de los mexicanos decía ser muy feliz, ahora sólo el 32% siente serlo. Esa misma encuesta revela, que la fuerte caída se da principalmente en la población de estrato económico bajo, escolaridad básica o media, y/o con edad entre los 30 y los 49 años.
Con estos resultados, algún experto podría pronosticar su efecto en las elecciones que tendremos este año en nuestro país, pero sobre eso platicamos en otra ocasión.
Puntalito.
Se acerca el periodo vacacional de semana santa. Hemos visto claramente como las festividades y vacaciones han incrementado los contagios y muertes por COVID-19. A quienes amablemente leen esta columna, cuídense y descansen.
