Viernes, 19 de Abril del 2024
Martes, 04 Mayo 2021 01:36

LAS DISCULPAS PENDIENTES

LAS DISCULPAS PENDIENTES Escrito Por :   Irma Sánchez

Muy preocupado el presidente López Obrador ayer se dirigió a la comunidad de Carrillo Puerto en Quintana Roo, preocupado por pedir perdón a los pueblos maya y yaqui, por los agravios de los que fueron víctimas con actos de despojo de sus tierras y de su identidad, con lo que sufrieron un verdadero exterminio y genocidio.


 

Así, el presidente dedicó parte de su agenda del lunes a esta ceremonia con la que se celebró el fin de la guerra de castas, que se vio, le preocupaba más que muchos pendientes que acumula la nación.

 

Como observadores y como gobernados, se podría parafrasear al presidente con su frase favorita de “yo tengo otros datos”, mientras él acude a disculparse con los pueblos maya y yaqui, usted y yo tenemos la percepción de que el país tiene asuntos más ingentes que atender.

 

Y si de disculparse se trata, bien haría el presidente en disculparse con los niños con cáncer que han ido perdiendo la vida por falta de medicamentos y atención médica, al igual que muchos enfermos crónicos que hace más de un año están sin sus medicamentos esenciales enfrentando una evolución de su enfermedad y perdiendo calidad de vida.

 

Bien podría disculparse con las madres trabajadoras que de un día para otro se quedaron sin la oportunidad de dejar a sus hijos en una estancia infantil segura mientras van a cumplir con una jornada de trabajo.

 

También podría disculparse con los más de 10 millones de mexicanos que perdieron empleo, ingresos y pasaron a convertirse en estadística del censo de “los más empobrecidos” con dificultades hasta para comer una vez al día.

 

Sus disculpas bien llegarían a todos los afectados con una inflación galopante que los ha empobrecido y aniquilado sus aspiraciones de asegurar un mejor futuro.

 

También debería de disculparse con los familiares de miles de muertos por el COVID que enfrentan la peor tragedia, hasta de llorar cómo sus difuntos se van a una fosa común porque no tienen para un féretro y una despedida digna.

 

Sus disculpas debería de presentarlas a familiares, padres, esposas e hijos de migrantes que tuvieron que salir del país porque no tienen para lo elemental, y en cambio se vanagloria por las remesas que envían al país.

 

Y no sobraría una disculpa con los niños que se han visto obligados a abandonar los estudios escolares para sumarse al trabajo remunerador desde lavando autos, haciendo piruetas en las esquinas, como mozos en obras de construcción, cargando bolsas en el mercado, lavando baños, y en muchos frentes más.

 

Definitivamente la realidad nacional es diferente entre los muros del palacio nacional habilitado como la casa del presidente y fuera del palacio.

 

Lo lamentable es que todo indica que el presidente no tiene el pulso real del palpitar de la nación, y pareciera que quienes le rodean, más bien le malinforman, haciéndole un gran daño a él y a la nación. 

 

      

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