Al acudir, cada uno debe de considerar la conveniencia de llevar su bolígrafo o crayola negra y su sanitizante, además de portar el cubrebocas y cuidar aquello de la sana distancia.

En redes y en algunos medios se han difundido advertencias sobre los riesgos que se pueden correr a lo largo de la jornada de las votaciones, ante lo cual lo más recomendable es no hacer caso y acudir sin temores y conscientes de que lo que importa es hacer efectivo el derecho constitucional que cada mexicano tiene de elegir a quienes nos gobiernen.

La sociedad mexicana llega a esta fecha histórica aparentemente muy polarizada por el juego democrático de los partidos contendientes, pero se percibe que cada votante tiene claro qué es lo que no quiere. Y lo más importante es que de acuerdo con las mediciones de los especialistas, tiene muy claro el rumbo que quiere para su país.

La amenaza de la presencia de grupos que se organizan para salir a las calles a defender el voto, tendrán que quedarse con las ganas y su interés de poner orden, porque con votantes mañaneros, responsables y ordenados; no tendrán oportunidad de actuar para poner orden.

Pese a lo cual, es importante que ante cualquier movimiento, cada votante registre los hechos para contar con el suficiente material que permita desahogar pruebas de los momentos claves que podrían surgir por parte de aparentes votantes y defensores del voto que tratarán de acercarse a casillas en las que se pueden maquinar maniobras en favor de un candidato y bajarle sufragios a otro.

Esta campaña histórica, por el número de puestos en juego y por las particularidades con las que se han desenvuelto en plena pandemia, tiene muchas líneas de trabajo, estudio, análisis y expectación, sobre todo después de experiencias nunca antes registradas, como el manejo de candidatos que se tuvo que ajustar permanentemente por aquello de las asignaciones por equidad de género, el descontento de los grupos caciquiles que no pudieron guardar la fuerza de la violencia para imponer a sus piezas en las posiciones convenientes para seguir medrando.

Todo un juego y rejuego de experimentos y experiencias políticas que en esta campaña estuvieron presentes, y de las que se verán los resultados el próximo domingo y lunes cuando se pueda hacer un recuento del proceso con mayor información.

Cabe la pregunta ¿de qué tamaño y cuántas sorpresas tendremos?

Sólo hay que tener presente en todos los cuarteles de campaña que en el juego político como en todos los juegos, a veces se gana y a veces se pierde.

Los ganadores ¿sabrán ganar? sobre todo ahora que ganarán en alianzas pactadas para contender.

Y los perdedores ¿sabrán perder?