¡Qué pesadilla!
La más cruda.
La más real.
La más pesada.
Según el famoso doctor Antony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, en ese país se puede advertir que de acuerdo con el manejo sanitario que se está haciendo, se podrá hablar de controlarla para la primavera del 2022, es decir, por ahí de los meses de marzo a abril o mayo, lo que equivale a unos ocho meses a partir de ahora.
Y si este es el plazo para el poderoso vecino, para nosotros en México y de acuerdo con las tendencias del manejo, tenemos que el 41 por ciento de mexicanos ya fue vacunado, según datos oficiales, que más nos vale creerlos.
Cuadro que plantea la posibilidad de que en México esta pandemia pueda ser controlada como en un año.
Y más nos vale irle poniendo ganas y mejor semblante, porque con mala cara definitivamente no salimos, y complicamos más las cosas.
Se entiende el grito de desesperación y la rebeldía lanzada en reclamo de que quien decide no titubee y no utilice como arma política un problema de salud del que dependen millones de vidas, tras más de 254 mil 466 que ya restamos hasta ayer miércoles.
El padre Saúl Cuautle
El sacerdote jesuita, Saúl Cuautle, rector de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, tuvo que ser hospitalizado esta semana para recibir la atención indicada por el contagio del COVID.
El sacerdote goza del afecto y la amistad de miles de poblanos con los que supo interactuar con un don muy especial a su paso por la secundaria del Instituto Oriente, y después como rector del mismo.
El año pasado, en plena pandemia el mes de agosto, fue promovido a la rectoría de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en donde ha desplegado un trabajo reconocido por la comunidad que a distancia y con todos los altibajos de la pandemia ha logrado mantener y fortalecer a la institución.
Por su salud, la comunidad Ibero y la Compañía de Jesús se han unido en oración, pidiendo también por todos los enfermos de COVID.
La UIA, por su parte, cada día proporciona un reporte especial sobre el estado de salud de su rector, sin mayores detalles.
A compartir
Cada quien por su lado, la iglesia católica y el Gobierno del Estado se abocan en un frente especial para hacer llegar alimentos, ropa, materiales de construcción, medicamentos, productos de limpieza y de sanitización para los damnificados del huracán Grace y para aquellos que lo han perdido casi todo por la pandemia.
Por lo que llaman a los poblanos con posibilidades de compartir a que donen alimentos a granel: arroz, leche, frijoles, lentejas, agua embotellada, jugos aceite, pañales y toallas desechables, ropa en buen estado para chicos y grandes, los cuales se deben entregar en las oficinas del SEDIF en la 5 de Mayo entre 16 y 18 Oriente y en las oficinas parroquiales de Cáritas o en su centro en la 13 Sur entre la 19 y 17 Poniente, de donde se repartirán para todos los puntos de damnificados y de mayor vulnerabilidad.
El reto es no dejar solos a quienes han tenido el infortunio de perderlo todo, y hasta la esperanza y la fe en los demás.