La tragedia de San Pablo Xochimehuacan obliga a muchas familias a replantear el futuro de su residencia, mientras unos sortean los estragos de la ‘pesadilla’ vivida, otros más se reponen de ésta y algunos ni siquiera se han podido enterar bien de lo ocurrido recluidos en un hospital donde son atendidos con esmero.

 

Qué decir de los familiares de quien perdió la vida en este ‘infierno’ provocado por la avaricia y la imprudencia.

 

Como vecinos, como espectadores, al menos confirmamos la buena acción coordinada entre el Gobierno del Estado y el municipal que han dado muestras de un trabajo conjugado para enfrentar la tragedia y su emergencia.

 

Diferente sería la atención en otro momento con un Ayuntamiento alejado y con autoridades soberbias, además de inexpertas e incapaces.

 

La mancuerna Barbosa Huerta y Rivera Pérez comienza a dar resultados y permite confiar en los alcances que logrará por Puebla y por los poblanos.

 

Reconocimiento especial a la sociedad civil que ha hecho acopio de fuerzas para estar presente y solidariamente con los damnificados de la explosión, quienes van saliendo del confinamiento y en un estallido se quedaron con el susto, y la impresión como patrimonio y con lo puesto.

 

Se trata de una reacción de primer impacto, mientras la vida regresa a la normalidad y plantea el reto de afrontar el futuro de más de 260 familias que hoy comen y visten de la solidaridad, manifestada en los centros de acopio que se han creado para hacerles llegar víveres, artículos de limpieza, de higiene, medicamentos y prendas.

 

Capítulo especial el compromiso que logró pactar el alcalde Rivera Pérez con los baños públicos de la zona para asegurar la limpieza e higiene de los damnificados.

 

Hoy el reto es para usted y para mí, expresar la solidaridad de un pueblo bien nacido a través de donaciones de alimentos no perecederos, artículos de higiene, de limpieza, ropa y calzado, por lo pronto.

 

Oportuno destacar el manejo que del caso ha hecho el gobernador resolviendo con sus propios recursos y abierto a que llegue de la federación lo que se decida, incluyendo las acciones para que se determine sobre los responsables del hurto del combustible.

 

APROVECHE EL CEMPASÚCHIL

 

En la Ciudad de México ya lo están haciendo, abrieron centros de acopio para recibir las flores de cempasúchil que en lugar de irse a la basura pueden, y deben, ser aprovechadas para diversos fines.

 

De acuerdo con los expertos, los pétalos amarillos de la flor sirven para colorear algunos alimentos, como la industria avícola que la aprovecha para darle color a la piel del pollo para salir al mercado.

 

También moliéndola es un invaluable colorante aprovechable para los textiles, para la pintura artística, la industria cosmética y farmacéutica.

 

Además, ahora en el nuevo concepto de la cocina mexicana, sus pétalos son aprovechados para decorar platillos, ensaladas y como ingrediente básico para cocinar postres, atoles, y helados.

 

LA RUTA DE LOS PUEBLOS MÁGICOS

 

El circuito de los pueblos mágicos como nunca logró imponerse en las preferencias del turismo familiar que aprovechó el último puente largo de cinco días que se conformó entre el viernes técnico de las escuelas y la celebración de la fiesta de muertos 

 

Desde luego que esto no fue producto de la casualidad, pese a que las nuevas autoridades municipales tenían dos semanas de haber asumido el mando, coordinados por la Secretaría de Turismo, lograron preparar actividades con el rescate de las tradiciones que cada región tiene para recibir y celebrar a sus muertos.

 

En esta cruzada se contó con el esmero de comerciantes y prestadores de servicios que en cada región ofertaron productos y servicios que siempre busca un visitante, y que hoy tuvo al alcance en medio de una gran hospitalidad que caracteriza a los pueblos de México.

 

Con esta estrategia se logró el objetivo: mover la economía y reiniciar sus círculos virtuosos que durante casi 20 meses estuvieron suspendidos por la pandemia del coronavirus.

 

Y lo más importante, los mexicanos tuvieron la gran oportunidad de reencontrarse con el bagaje de una cultura entregada de generación en generación y que los últimos años se ha visto amenazada por el embate de tradiciones de otras culturas.