Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 07 Diciembre 2021 03:04

La bonanza desde Palacio Nacional

La bonanza desde Palacio Nacional Escrito Por :   Irma Sánchez

Entre lo que se vive al interior de Palacio Nacional y lo que enfrentamos el día a día, hay una abismal diferencia.


 

Definitivamente, entre los datos del presidente y los nuestros hay una gran diferencia.

 

Pareciera que quien le pasa las tarjetas informativas al presidente se confunde y le entrega las de otro país, o sencillamente pretende mantenerlo en ‘amlolandia’ mientras nosotros, sus gobernados, vivimos una realidad muy distante, en la que las cosas ‘nomás no mejoran’ y todo apunta a que mantiene el firme propósito de acabar con la clase media de la que tanto habla.

 

Y es que asegura que para que subsista la clase media cada vez da más dinero a través de los programas de Progresa, para que complete su gasto.

 

Y todavía más, ayer sostuvo en su ‘Mañanera’ que las cosas van muy bien porque ya se generaron los empleos que se perdieron durante la pandemia y, por si fuera poco, ya se generaron 400 mil puestos más.

 

Además, afirmó que en su gestión ya no hay ‘gasolinazos’ y las tarifas de la energía eléctrica se mantienen.

 

Usted que está leyendo este artículo tiene una respuesta y sé que seguramente no coincide, porque entre la penúltima y la última vez que llevó su vehículo a cargar gasolina encontró una diferencia de muchos pesos y litros.

 

Entre lo que se vive al interior de Palacio Nacional y lo que enfrentamos el día a día, hay una abismal diferencia.

 

Usted y yo vamos y observamos que en las tiendas algunas personas ya deciden ‘de Tín Marín’ qué producto llevan y cuál dejan.

 

Los carritos que antes iban ‘copeteados’ con los productos para la quincena, hoy ya llevan menos artículos, a diferencia del comedor de la familia en Palacio Nacional, en donde un chef diseña un menú pidiendo al administrador lo que hace falta, ‘sin molestar’ ni al presidente ni a su esposa porque la despensa se mantiene repleta de los productos que agradan a la familia presidencial, que no tiene necesidad de buscar promociones ni en ‘el miércoles de plaza’, ni la transparencia de precios de Profeco para abastecerse en donde los precios están más castigados, porque de las Arcas Nacionales sale el gasto para alimentar a la familia presidencial, a sus colaboradores y a sus invitados.

 

Para movilizarse los vehículos están impecables, con tanque cargado de gasolina.

 

Ropa y calzado limpios, artículos de limpieza y todos los requerimientos de la familia están bajo la administración de un empleado, que sólo pide y recibe del presupuesto asignado a la casa y oficina del presidente.

 

Es la pequeña diferencia entre los que viven dentro de Palacio Nacional y los que vivimos fuera de él, fuera del presupuesto, inmersos en un ambiente de inseguridad, encarecimiento y posibilidades muy limitadas que contrastan con los más ricos que hoy rodean al presidente, y que gozan de la oportunidad de hacer ‘pingues’ negocios; como está visto con el ingeniero Slim, a quien día con día se le conceden nuevas oportunidades de más negocios, en un entorno en el que el combate a la corrupción sigue dando de qué hablar, como en los tiempos revolucionarios y panistas.

 

Esto a decir por la información que ayer el periódico Reforma da sobre la compra en 2 años de 3 casas que hizo el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, con costo de 24 millones, 8.2 millones y 1.6 millones de pesos.

 

Y el periódico El Universal que destacó la compra de autos de lujo que hizo en un año, el Fiscal General de la república, Gertz Manero, con un costo de 109 millones de pesos.

 

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