Social y jurídicamente una nación está compuesta por población, territorio y gobierno.

De estos 3 sería imposible creer en una nación que no tuviera población. Es de derecho natural hasta estos días, que hombres y mujeres sean el requisito indispensable para habitar y vivir armónicamente en un territorio y tutelados por un gobierno legítimamente elegido.

Así como esto es obvio, también es obvio que los seres humanos aspiremos a vivir en paz y armonía donde nacimos o solamente vivimos. Sin embargo leemos, escuchamos y vemos a través de todos los medios cómo nuestro país es separado por la violencia y la anarquía.

Desde luego que para nuestras autoridades legítimamente elegidas, si alguien habla mal sobre este tema lo consideran parte de una conspiración que trata de debilitar y dividir a la nación.

Nada de eso.

Desafortunadamente todos somos testigos de la anarquía que se va ensanchando por todas partes, en calles, avenidas y hasta a bordo del transporte colectivo, impactando la movilidad de personas y vehículos.

Buena noticia que en Puebla se da la tendencia de la movilización en bicicleta y en motocicleta, pero es de lamentarse que quienes ya circulan en éstas, lo hagan con total irresponsabilidad, invadiendo carriles permanentemente, olvidándose de las ciclovías -en donde las hay- agrediendo y amenazado a conductores al volante y hasta a peatones que se cruzan en su irresponsable carrera hasta en contrasentido a la circulación.

De lamentarse resulta tanta moto y bici para ofrecer el servicio de alimentos y abasto que vienen a resolver un problema, pero los conductores se han apoderado de las calles poniendo también en juego su integridad física.

Las cosas empeoran cuando éstos ya también se adueñan de las banquetas para  estacionar sus vehículos obligando a las personas a bajarse al arrollo para caminar.

Es cuando uno se pregunta ¿no tenemos autoridad en la materia para poner orden?

Igual que lo que pasa en donde se construyeron ciclovías, que se observa sobre la 25 Oriente que pareciera que las hicieron para darle las facilidades a un negocio de tacos, a los bancos y otros a que sus clientes cómodamente se estacionen en éstas y todavía más, provocan una doble y hasta una tercera  fila de vehículos en horarios pico.

Nuevamente uno se pregunta ¿y la autoridad de Movilidad?

No es posible que por el vacío que se da de ésta, se identifique a Puebla como una de las tantas capitales que llevan su día a día en una total anarquía.