La Federación lanzó un código para regular el comportamiento que se da en las relaciones dentro de las oficinas públicas.

 

Este código regula también las interacciones que ocurren al interior de la administración pública entre compañeros y superiores.

 

De esta manera hay que tener cuidado porque ante cualquier falta se levanta una infracción por igual a los empleados de cualquiera de los niveles de la estructura gubernamental, que a la persona que durante su visita a una oficina pública cometa una irregularidad en su interacción con un servidor público.

 

El código se dio a conocer a los jefes para que éstos, a su vez, lo dieran a conocer a todos los integrantes de su equipo.

 

Queda prohibido tutearse en las oficinas, aunque hasta ayer la relación entre compañeros haya sido en ese orden.

 

Ahora entre compañeros deben hablarse de usted.

 

Y de empleados hacia superiores la relación debe darse respetuosamente refiriendo el cargo, la profesión seguido de un diálogo de respeto, por ejemplo.

 

-Señor director, abogado Fulanito de Tal, le solicito revise este documento para su firma.

 

A su vez el superior debe contestar -abogado Perenganito, ya revisé y le pido atentamente que aplique tal corrección.

 

En este nuevo orden queda prohibido el saludo de mano entre compañeros y entre jefes.

 

Ya qué decir del saludo de beso aún entre compañeros, ya es cosa del pasado.

 

Los regalos de ningún monto pueden darse ni entre compañeros, ni de empleados a un jefe y menos por parte de un ciudadano que acude a realizar un trámite.

 

Tenga usted mucho cuidado de hoy en adelante cuando visite una oficina pública, para no incurrir en conductas que ya son sancionadas.

 

Estas nuevas disposiciones superan las restricciones que se dictaron para las oficinas que laboraron durante la pandemia.

 

Éstas son implementadas ahora por el gobierno de la 4T que plantea la necesidad de sanear el ambiente en el que se desenvuelve la administración.

 

Y es que se asegura que el ambiente se había relajado a tal grado que no faltaban abrazos prolongados, roces, y hasta nalgadas, con las que se abría el paso al acoso tanto laboral como sexual que hoy está saliendo a la luz pública y que ha llevado tras las rejas a servidores, y a la perdida de la dignidad de subalternos que para defender su trabajo tenían que aceptar conductas indecorosas.

 

El nuevo orden de las relaciones laborales en la administración pública busca asegurar un clima de respeto y eficiencia entre los empleados, con lo cual se asegura un mayor compromiso en las tareas y eficiencia en los resultados del trabajo colectivo.