Ante tanto agradecimiento y halago que recogió en los países que visitó en Centroamérica y el Caribe, el presidente Andrés Manuel López Obrador se puso eufórico y echó la casa por la ventana.
Analice usted, a Guatemala, Honduras y El Salvador les ofreció “sus exitosos programas” Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro para los que empeñó su palabra de intervenir ante el gobierno de los Estados Unidos para que libere ya de una vez por todas los 4 mil millones de dólares prometidos para generar empleo y así detener el flujo migratorio hacia Norteamérica.
En su primer punto, en Guatemala ofreció incorporar al IMSS a 25 mil ciudadanos.
Y es que les ofreció empleo y les garantizó las prestaciones a esos 25 mil guatemaltecos.
En Cuba ofreció contratar a 500 médicos para que vengan a reforzar el sistema de salud que arrastra un déficit de más de 30 mil profesionales y dio su palabra de intervenir ante los Estados Unidos para que le retire el bloqueo económico a la isla.
También habló de insistir ante el presidente Biden para que invite a Cuba a la mesa de la cumbre de las Américas para estar completos.
En este punto, seguramente sus asesores no le han informado al presidente que la Casa Blanca la semana anterior fue clara al precisar que no le correrá invitación a la isla.
México pretende mediar para restablecer una buena relación entre los países de la zona, lo cual es digno de reconocer. Pero las formas con las que está actuando el mexicano no son las correctas dentro de la cortesía y aseo político internacional, con lo que queda claro que lejos de alcanzar el objetivo corre el riesgo del desgaste desde dentro de su propia nación que sortea problemas de desempleo profesional como el de médicos titulados que se ganan la vida conduciendo un Uber, ofreciendo sus servicios hasta como elementos de seguridad o haciendo hamburguesas.
De la sobrepoblación que tiene el IMSS al momento enfrenta un rezago de cien mil consultas, más de seis mil 500 cirugías y 16 millones de recetas sin surtir.
Pero el presidente López Obrador a la mexicana lo traicionó la emoción de haber sido condecorado con la medalla José Martí y recordó aquello de que “donde comen dos, comen tres”.
Vamos a ver si puede cumplir al cien por ciento sus propuestas a los países que visitó.
