No le creímos a Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS -Organización Mundial de la Salud-, cuando salió hace medio año a notificarnos al mundo que finalmente “todos” nos íbamos a contagiar de Covid.
Y “todos” éramos “todos”.
Poderosos, débiles, sanos, con comorbilidades, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores… “todos”
Esto lo advirtió cuando el mundo aparentemente salía de la tercera ola y comenzaba a regresar a la normalidad ya vacunado hasta con 2 dosis y un refuerzo.
Estábamos seguros que éramos invencibles y todopoderosos.
Pero ¡oh decepción!
Resulta que el canijo bicho, pese al biológico, lo tenemos presente y sigue haciendo de las suyas.
Desde luego hoy con menos agresividad porque las vacunas están fortaleciendo el sistema inmunológico de los vacunados.
Y así, la advertencia del señor Tedros Adhanom se hizo realidad: hoy familias enteras están contagiadas, se han contagiado, y afortunadamente sin estragos, sólo con un aparente catarro y sin mayor complicación.
Pese a lo cual lo recomendable es ponerse en manos de profesionales de la medicina que por hoy sólo recetan analgésicos para los dolores musculares y de cabeza.
En muchos casos se reporta que los infectados ni se enteraron que estaban contagiados, y sólo se atendieron un simple catarro.
Qué bueno que fue así, para detener el impacto que el coronavirus ha ocasionado a la economía.
Lo único pendiente es hacer caso como nuevo estilo de vida el uso de los cubrebocas, el aseo de manos, el estornudo social, las no aglomeraciones y la sana distancia.
Con estas recomendaciones en juego, la quinta ola no provocará riesgos de nuevos confinamientos, de hospitalizaciones, y muy pronto podremos dar señales de que ahora sí, la Covid fue la pandemia del 2019 al 2022 y nos inculcó una nueva forma de vida que debió ser parte de nuestra cultura.
