Viernes, 29 de Marzo del 2024
Martes, 09 Agosto 2022 00:50

A lo que hemos llegado

A lo que hemos llegado Escrito Por :   Irma Sánchez

Hay que tomarlo en cuenta para medir los riesgos que se corren en México, en donde la delincuencia es capaz de robarse una aeronave


 

Que se roben un auto, un tráiler, un camión, una bicicleta, una motocicleta, es el pan nuestro de cada día; pero que se roben un helicóptero ya son palabras mayores de la descomposición y corrupción que enfrentamos hoy en día.

 

El caso no es fácil de asimilar.

 

Se supone que un helicóptero está estacionado en un área especial en una terminal aérea protegida y vigilada, y el escándalo que hace para agarrar vuelo llega hasta a aturdir, ante lo que surgen varias interrogantes.

 

¿A qué hora desapareció?

 

Empujado, imposible.

 

¿Cómo lo sacaron?

 

Se encontraba estacionado en uno de los hangares del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

 

Con esto ¿seguirá la ‘campañita’ en contra de esa terminal aérea?

 

¿Se pretende plantear la necesidad de trasladar los hangares al AIFA?

 

Se trata de una aeronave particular puesta en el mercado para ofrecer servicio de aerotaxi.

 

Pero la interrogante es ¿Cómo pudo desaparecer?

 

Hay que tomarlo en cuenta para medir los riesgos que se corren en México, en donde la delincuencia es capaz de robarse una aeronave resguardada en un lugar de alta seguridad, lo que lleva a la conclusión sobre el riesgo que corren transportes menores como un coche, una bicicleta, una moto.

 

Ya no debe sorprendernos del robo incluso de una nodriza cargada de vehículos con destino a una agencia distribuidora de automotores.

 

Por lo que llegamos a la conclusión de que hay que invertirle a un seguro que cada vez resultan más caros, y estacionar nuestros automotores en lugares seguros.

 

No corra riesgo de convertir en una estadística parte importante de su patrimonio, si tiene en cuenta que de acuerdo a los números oficiales el año pasado se robaron 62 mil 208 vehículos, esto a un promedio de 308 por día en toda la república.

 

Hay que destacar que por el alto costo de los seguros, casi la mitad circula protegido sólo con la bendición de su propietario, y la otra mitad asegurado.

 

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