Miercoles, 01 de Mayo del 2024
Jueves, 08 Septiembre 2022 00:23

El triunfo y la sencillez

El triunfo y la sencillez Escrito Por :   Irma Sánchez

Cuánta visión retorcida del éxito, del reconocimiento. Pero finalmente el tiempo pone a cada uno en su sitio.


 

Soy fan de los personajes triunfadores que han sabido lidiar con los demonios de la fama, la vanagloria, el poder y el honor.

 

Con uno de estos me acabo de tropezar virtualmente, con el tenista Rafael Nadal, considerado uno de los 3 mejores del mundo.

 

Apenas concluyó el US Open de Nueva York y tras enfrentar un ligero revés, declaró que “hay algo más importante que el tenis: la familia”.

 

Dicho lo anterior, agarró sus maletas y se dirigió al aeropuerto para volar de regreso a Madrid, para reunirse con su esposa Xisca Perelló que está a días de recibir a su primogénito.

 

El tenista más laureado de todos los tiempos, con todo y sus 22 Grand Slams, dos títulos de Wimbledon, do del Open de Australia y cuatro del US Open no se ha perdido entre la fama, el dinero, el poder, y con principios bien arraigados está convencido de que aún frente a su vitrina con todos sus éxitos, lo primero en la vida es la familia, la esposa, a la que pese a todas las tentaciones que desfilan ante los triunfadores, conserva con fidelidad el lazo que los une desde hace 10 años.

 

Cuánto contraste se produce entre un auténtico triunfador y por ejemplo un “influencer” que hoy se reproducen por todas partes, con un marcado apetito de buscar el reconocimiento, aunque sea diciendo una sarta de tonterías que más que enriquecer, idiotizan a los más ingenuos.

 

Fenómeno que también se da en los círculos políticos y en cualquier otro, en donde se busca sobresalir, no ser del montón.

 

Cuánta visión retorcida del éxito, del reconocimiento. Pero finalmente el tiempo pone a cada uno en su sitio.

 

En vía de mientras, reconocimiento a Nadal y a otro personaje como también el “Divo de Linares”, Raphael  que son del mismo corte, entre muchos más que existen en todos los círculos, como Carlos Slim Helú el exitoso empresario, quien a fuerza debe de desplazarse resguardado con un equipo de seguridad pero en forma discreta, imperceptible; al grado de que cuando viaja él mismo carga su maleta y la mochila con su computadora.

 

Igual que la reina emérita de España, doña Sofía, que se movilizaba sin alardes de equipos de seguridad tal como se le vio en Puebla hace 20 años, cuando vino a una cumbre del microcrédito en el Centro de Convenciones en donde a la hora del intermedio salió a caminar sola y aceptó el saludo de todos los microempresarios que se le acercaron.  

 

¡Cuánta sencillez!

 

Claro, cuando verdaderamente vales.

 

Cuánta parafernalia, cuando eres uno más sin méritos y tratas de sobresalir envolviéndote en una penosa mitomanía.

 

Google News - Diario Cambio