Sábado, 13 de Septiembre del 2025
Jueves, 06 Octubre 2022 00:28

Cuando un amigo se va

Cuando un amigo se va Escrito Por :   Irma Sánchez

En la celebración de la misa por su eterno descanso, el padre Francisco -amigo y confesor del homenajeado- cargado de emoción y muchos buenos  recuerdos, no pudo contener las lágrimas y con voz entrecortada tuvo que hacer una pausa para continuar.


 

Ya lo dice en su canción Alberto Cortez: “cuando un amigo se va, queda vacío un espacio, que no lo puede llenar la llegada de otro amigo”.

 

Así tenemos presente y recordamos al gran amigo ‘Alvarito’ Haces Alarcón, quien el 3 de octubre del 2021 perdió la batalla contra la Covid, pese a las 3 vacunas, el refuerzo y los cuidados médicos y hospitalarios.

 

Y continúa la canción homenaje a la amistad de Alberto Cortez: “cuando un amigo se va, se queda un árbol caído, que ya no vuelve a brotar porque el viento lo ha vencido”.

 

Al año de fallecido ‘Alvarito’, como todos le decían, las hermanas de la congregación de las Carmelitas Descalzas abrieron las puertas de su monasterio de par en par en la colonia Santa Cruz Guadalupe, para homenajear la memoria de su amigo benefactor ‘Alvarito’, quien cada mañana a las 8 llegaba para participar de la eucaristía con ellas, y guardaba en su memoria el resto del día los cánticos matinales que en coro entonan del otro lado de una reja las hermanas enclaustradas, de acuerdo con las reglas de una congregación de claustro.

 

“Cuando un amigo se va, se detienen los caminos”.

 

En la celebración de la misa por su eterno descanso, el padre Francisco -amigo y confesor del homenajeado- cargado de emoción y muchos buenos  recuerdos, no pudo contener las lágrimas y con voz entrecortada tuvo que hacer una pausa para continuar.

 

La familia Haces de Villa, Any su viuda, sus hijos ‘Alvarito’, Ana y Galdy, hicieron acopio de todos los buenos recuerdos y comentarios de quienes acudieron a la pequeña capilla del monasterio para orar por el eterno descanso del buen amigo, empleador justo, benefactor de varias congregaciones e instituciones de caridad, que supo estar solidario en todas las causas, como cuando comenzó la pandemia y la paralización, desencadenando serios problemas de alimentación en muchas familias, por las que además de preocuparse por ellas, actuó y junto con otros amigos organizaron despensas que entregaron en las zonas más deprimidas.

 

A la misa del año de su ausencia vinieron familiares y amigos de la ciudad de México, Querétaro y España, que llenaron de inmediato la pequeña capilla.

 

Para los asistentes, las religiosas con el agradecimiento a la familia por su apoyo, sacaron de su cocina las delicias que elaboran y comercializan para su sostenimiento: rosquillas de varios sabores, diminutas campechanas, ate con queso, rompope y licor de anís.

 

La mano de ‘Alvarito’ junto con otros constructores deja huella en muchas obras conventuales, asilos, y otras instituciones de caridad, por las que trabajó siempre con discreción, sin reflectores, sin fanfarrias, como debe de ser la caridad.

 

Por lo que la trillada frase “descansa en paz” encaja perfectamente como colofón de su vida.

 

Y si comenzamos a recordarlo con la canción de Alberto Cortez, Cuando un amigo se va, ponemos punto final a su nostálgico recuerdo con la canción de José Alfredo Jiménez que dice: “la moneda es redonda y debe girar y girar y llegar a las manos de los desposeídos y de aquellos que sufren los rigores económicos del tiempo”.

 

Filosofía, convicción y un hecho en la vida de Alvaro Haces Alarcón.

 

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