Sábado, 20 de Abril del 2024
Martes, 16 Marzo 2021 01:29

Peace and love

Peace and love Escrito Por :   Irma Sánchez

A un año de iniciada la pandemia del siglo XXI, la del coronavirus, y estamos en un ejercicio matemático múltiple, en el que lo mismo sumamos que restamos, multiplicamos y dividimos.


 

Día con día seguimos sumando, muertos rebasando el peor escenario pronosticado por las propias autoridades.

 

Las restas se registran tanto en el número de bajas de las familias, el número de empleos perdidos, salarios recortados, negocios cerrados, pérdida de oportunidades.

 

Las multiplicaciones se hacen en los números de contagios tras estampidas en la calle, fiestas clandestinas, concentraciones inoportunas, paseos imprudentes.

 

Y las divisiones se dan en los frentes de batalla del sector salud, las instancias gubernamentales federal, estatal y municipal, entre la comunidad científica y los lineamientos internacionales para el manejo, así como entre especialistas de la salud.

 

En este ejercicio los familiares de los enfermos suman desesperación, desánimo, angustia, incertidumbre, en medio de una división de la misma familia que se reprocha eternamente la forma en la que se atendió y se desatendió a su enfermo.

 

Al final de cuentas, la pandemia vino a dividirnos, y pese a resultar contradictorio, también, ha producido un acto puro de apoyo, comprensión, solidaridad con todo y la Sana Distancia que tienen claro que debe respetarse.

 

Los historiadores ya lo remarcaron: una pandemia con todo y el avance científico de los tiempos se prolonga por espacio de 3 años, lo que quiere decir que si ésta comenzó en el 2020, se prolongará hasta el 2022, es decir el próximo año, y entonces podremos hablar de un regreso a una nueva normalidad hasta marzo del 2023.

 

Tiempos que debemos tener muy claros y organizar nuestras vidas para enfrentar todos los retos que esto implica.

 

Y la tesis comprobatoria del caso la tenemos en las previsiones que ya hacen los especialistas que hablan de una paulatina recuperación que podrá concretarse a un plazo de 2 años más, pero a niveles de una década atrás.

 

Y como decíamos de chicos, ¿quieres que te lo cuente otra vez?

 

Este panorama inquieta a unos, entristece a otros y desespera a los más, ante las escasas posibilidades de una movilidad social por la que se ha venido trabajando con estudios, con ahorros, con privaciones, para no alcanzar los objetivos, y todavía peor, perder lo poco o mucho que se había logrado concretar.

 

A muchos, ya no les, o nos, tocará la ansiada etapa de la recuperación y el crecimiento. Y a los sobrevivientes del coronavirus, desde hoy tendrán que asimilar que la vida no volverá a ser como la que tuvimos hasta el mes de febrero del 2020.

 

¿Lo asimila usted?

 

¡Pues más nos vale!

 

Aunque la moneda está en el aire, al día de hoy no sabemos que vendrá en la vida de cada uno de nosotros.

 

Por eso más vale seguir la consigna de los hippies de los 60s, “peace and love”.

 

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