Eso quiere decir que la importante dependencia trabaja sin rumbo, pese a que la agricultura en Puebla es una de las actividades económicas más importantes para el desarrollo de muchos pueblos.
El Consejo de Desarrollo Rural es el encargado de diseñar las políticas públicas para el campo y para que se reúna es necesario, de acuerdo con la ley, que la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano, convoque a una reunión a fin de definir esas políticas, sin las cuales el campo poblano queda al garete, sin rumbo y sin apoyos de ningún tipo.
Es más, señala que la Secretaría impone a los campesinos las empresas en las que debe adquirir los implementos agrícolas y maquinaria. Los campesinos no tienen libertad de comprarlos donde consideren que son mejores y a mejor precio, por eso esas empresas abusan y no cumplen los compromisos que para el caso han contraído.
De ahí que esté solicitando al gobernador que ordene a la Secretaría de Desarrollo Rural convocar a una reunión, a fin de acordar las políticas del gobierno estatal para el desarrollo agrario y que así los campesinos puedan exponer sus necesidades y hacer sus reclamos.
FUE EN LOS TIEMPOS DEL GOBERNADOR Rafael Moreno Valle Rosas, concretamente en el 2015, cuando fueron autorizadas franquicias fuera de la ley que se asignaron a allegados y parientes de altos funcionarios; afirmó el presidente de la Red Mexicana de Franquicias, Francisco Lobato Galindo.
Asegura que en ese entonces presidía la organización Enrique Vargas, que ni siquiera fue invitado a la reunión para autorizar a la Coffee York y a Café Punta del Cielo; negocios que incluso tenían problemas internos y que se autorizaron en forma irregular.
Esto se dijo a raíz de que el gobernador Miguel Barbosa Huerta habló de las concesiones irregulares del primer gobierno panista en el caso de la concesión para instalar negocios dentro de parques públicos sin seguir el procedimiento legal autorizado.
NOS DA MUCHO GUSTO QUE EL que fuera coordinador de la diputación priista en el Congreso federal, el licenciado René Juárez Cisneros, haya sido despedido antes de partir a su última morada, pues falleció por complicaciones de coronavirus, con merecidos elogios de sus compañeros tanto priistas como morenistas.
Juárez Cisneros fue un buen gobernador de Guerrero. Tenía amor por su estado natal, siempre dispuesto al diálogo, a la negociación y actuando siempre con honestidad y eficiencia.
Fue producto de la cultura del esfuerzo, pues nació y creció en un barrio pobre de Acapulco. Fue el primer egresado de la Universidad Autónoma de Guerrero que llegó a la gubernatura y el segundo afrodescendiente en ocupar ese mismo puesto en el estado suriano, donde, por cierto, no hay prejuicios por cuestiones raciales. Ojalá y su ejemplo sirva para que las autoridades de este estado y las del país pongan mayor atención a las comunidades de la Costa Chica de Guerrero, donde hay miles de afrodescendientes que carecen de oportunidades para salir adelante, pese a que en los ejércitos insurgentes de don José María Morelos era muy notoria su presencia, lo mismo que la de pueblos originarios nahuas, mixtecos y amuzgos de la región sur del país.
YA EMPEZÓ A APLICARSE EN PUEBLA la vacuna para los mayores de 18 años. Ojalá que los jóvenes respondan a los llamados para inmunizarse, pues no se trata de un juego, sino de una responsabilidad. Está comprobado que la vacuna es efectiva y que sólo en una pequeña proporción llega a causar algunas molestias, siendo atendidas en los mismos centros de vacunación.
Pero con vacuna y todo, deben seguirse las indicaciones de las autoridades sanitarias como la sana distancia, el uso de cubrebocas y el frecuente lavado de manos, pues el problema es que se trata de un virus desconocido, del que todavía no se sabe mucho. Apenas se están observando sus cambios y complicaciones.
