Este fue un asunto planteado desde los tiempos del gobierno privatizador panista, que priistas y morenistas prometieron remediar.

 

         Durante los tres años de la primera legislatura dominada por una mayoría de Morena, el asunto se fue relegando con diversos pretextos y nunca se trató en serio, tal como informamos ayer.

 

        Tampoco se atendió el tema de la despenalización del aborto, pese a ser uno de los problemas sociales más sentidos y polémicos entre la ciudadanía en general. Continuar con la penalización de esa práctica fue decisión de la mayoría de la bancada de Morena y del PAN, lógicamente.

 

        Pero ya la Suprema Corte de Justicia de la Nación hace unos días, también lo informamos ayer, prohibió que se criminalice a las mujeres que abortan, pues consideran que esa es una decisión personal y que lo hacen con su derecho a elegir.

 

        La criminalización y las prohibiciones de las diferentes iglesias no han frenado esa práctica, por el contrario, han puesto en peligro la salud y la vida de muchas mujeres que al no contar con los recursos necesarios para ir a la Ciudad de México, a la que concurren cientos de poblanas anualmente para que el trabajo se los hagan profesionales en las condiciones higiénicas adecuadas y no personas inexpertas, abortan sin ningún cuidado de limpieza e higiene.

 

           No es este un problema nuevo. Ya también le comentamos hace unos días lo que don Ignacio Ramírez, ‘El Nigromante’, siendo ministro de Justicia del presidente Benito Juárez, encontró en el patio del convento de La Merced, en 1860, de 30 niños sepultados ahí y asesinados después de su nacimiento, hijos de señoritas de la sociedad de ese tiempo, por prejuicios propios de la época, que siguen prevaleciendo en algunos sectores de la sociedad actual.

 

         Las iglesias de los diferentes credos pueden seguir prohibiendo esa práctica, pero la autoridad no tiene por qué criminalizar a las mujeres, porque resulta más dañino el remedio que la enfermedad. Lo que falta es educación e información en los hogares, en las iglesias y de los gobiernos a los jóvenes, hombres y mujeres para no cometer errores.

 

         LA DIPUTACIÓN QUE HOY EMPEZARÁ A TRABAJAR tendrá 22 diputados de Morena y 16 de la alianza Va por México, integrada por PRI y PAN. Otros partidos, entre ellos Movimiento Ciudadano, tendrán dos o tres representantes. Por cierto, por Movimiento Ciudadano llega Fernando Morales Martínez, que ya tiene experiencia en estos menesteres y que ha fungido como dirigente estatal del PRI y después de Movimiento Ciudadano, del que ahora será representante en el Congreso.

 

          Otro experimentado político priista que sigue militando en el PRI y que llegará al Congreso local por la vía plurinominal es Jorge Charbel Estefan Chidiac, que ha sido diputado local por Acatlán y dos veces diputado federal por la misma zona, titular de Finanzas del Comité Nacional del PRI durante la campaña de Enrique Peña Nieto y luego titular de Bonos del Ahorro Nacional, que él convirtió en Bansefi, ahora Banco del Desarrollo. También fungió como titular de finanzas en el gobierno interino del licenciado Guillermo Pacheco Pulido.

 

         En declaraciones que hizo ayer, afirmó con cierto orgullo que el Partido Revolucionario Institucional sigue siendo la tercera fuerza política del estado, tanto por el número de diputados que tendrá en el Congreso local como por el número de Ayuntamientos que gobernará.

 

         ¿Alguna vez imaginó usted a un priista destacado presumiendo de ocupar un tercer lugar en Puebla, donde por casi 80 años seguidos ocupó todas las diputaciones locales, casi todas las federales, todos los ayuntamientos desde los de menos de mil habitantes, que son siete, hasta los más importantes, como la capital del Estado y Tehuacán?

 

           La realidad es la realidad y qué bueno que un destacado miembro de la vieja clase política lo dice y sin agachar la cabeza, pues en la democracia auténtica se gana o se pierde, un día se está arriba y otro en medio o abajo, según sea el caso.

 

          EL AUMENTO DE MÁS DE 7 MIL MILLONES en el presupuesto para Puebla en el presupuesto federal lleva a la entidad a tener un presupuesto total de 94 mil millones de pesos. Ojalá y como dijo el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, esto contribuya a mejorar la situación general del estado, que se invierta bien y en beneficio de todo el pueblo, principalmente de los que más apoyo requieren.

 

         Todo parece indicar que así será. El gobernador afirmó que mucho de ese presupuesto ya viene etiquetado para determinadas obras sociales y que no podrá ser desviado. Las inversiones serán de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipales. Se manejará con austeridad y con estricta vigilancia para que no haya desvíos o malversaciones.

 

         Es el presupuesto más elevado en la historia de la entidad, pero también lo fueron los presupuestos recibidos por el primer gobierno panista que se fueron en obras suntuarias sin beneficio social alguno, al grado de que la capital del estado, donde se invirtió la mayor parte, fue señalada por la Coneval como la ciudad con mayor número de pobres.