Mientras la aceptación, es decir, la aprobación del trabajo que en los tres primeros años de su gobierno, ha realizado el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador fue de 90.85 por ciento de aprobación, el grupo opositor conformado por el PRI, PAN y PRD, que durante varias semanas estuvo atacando el trabajo del Gobierno federal y llamando a la ciudadanía a rechazarlo, es decir, pedir la revocación de su mandato, sólo alcanzó 59 mil 962 votos.

 

          La participación ciudadana en la entidad poblana fue de 19.8 por ciento, superior a la media nacional que se ubicó en 17.6 por ciento.

 

          En Puebla se colocaron dos mil 941 casillas y 99 por ciento, informó el licenciado Marcos Rodríguez del Castillo, quien preside el Consejo Local del INE, que la respuesta de los ciudadanos que fueron designados para atender esas mesas de recepción de votos fue extraordinaria, pues acudió puntualmente 99 por ciento de los funcionarios designados.

 

          La votación que en esta capital se vio muy concurrida en algunos casos y en otros fue lenta pero segura, es decir, los votantes estuvieron llegando por goteo, pero era un goteo constante; en el interior del estado, en muchos municipios se formaron grandes colas. La presencia de personas de la tercera edad, fue muy notoria.

 

           EN GENERAL, EN EL PAÍS, LA VOTACIÓN FAVORABLE al presidente López Obrador fue de más de 90 por ciento, lo que se considera un record, sobre todo si se tiene en cuenta la costosa y constante campaña de los opositores para desprestigiar el ejercicio y el trabajo del Gobierno federal.

 

            Pese a la contundencia de los resultados, los opositores del PRI y del PAN y lo que queda del PRD, en descalificar el proceso y casi se erigen como los triunfadores, afirmando que la votación obtenida por el presidente fue menor a los votos ciudadanos que lo llevaron al poder, no mencionan el hecho de que de 13 mil casillas que se instalan en las elecciones normales, sólo se instalaron cuatro mil y fracción, una tercera parte de lo normal.

 

            Además de la campaña abierta contra el presidente y la Cuarta Transformación, de sus opositores hubo un boicot abierto del INE contra el proceso que cambió cuando la votación inició y empezaron a notarse los resultados.

 

            EL GOBERNADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA SE mostró feliz por los resultados e informó que la anunciada visita del presidente este 10 de abril, día de la consulta y Domingo de Ramos, a la comunidad de Ayoxuxtla de Zapata, donde el caudillo revolucionario firma el texto de la Reforma Agraria, se pospuso para nueva fecha posiblemente antes del 5 de mayo, que está seguro que además vendrá a presidir el desfile cívico-militar, con el que se recuerda la batalla de los Fuertes de Loreto y Guadalupe contra el ejército francés.

 

        SI TOMAMOS LOS RESULTADOS DE LA CONSULTA sobre la Revocación del Mandato como una gran encuesta nacional para saber si el pueblo apoya al presidente o a su activa y desorientada oposición de una parte del sector privado derechista y de los partidos PRI, PAN y PRD que se derrumbaron en el 2018, llegaremos a la conclusión que los partidos están cada vez más hundidos en la desorientación y que cada vez pierden más militantes y credibilidad ante la ciudadanía.

 

          A nadie, ni a los militantes del PRI ni a los militantes del PAN, le gusta la alianza con la que pretenden enfrentar al actual gobierno.

 

          Son dos partidos tradicionales de este país que están enfrentados ideológicamente, desde la guerra de Independencia cuando se llamaban partido liberal el ahora PRI y partido conservador el ahora PAN.

 

        El PAN nació en 1939, 10 años después de que el partido liberal se constituyó como fuerza política. El objetivo de los conservadores para conformar un partido político fue el de enfrentarse al gobierno revolucionario de Lázaro Cárdenas, expropiador del petróleo en manos de extranjeros, impulsor de la educación laica y gratuita en todo el país, las campañas de vacunación contra la viruela, el sarampión, la tosferina, que cobraban muchas vidas de niños y el inicio del cuidado de la salud pública, así como el impulso a la educación superior con la creación del Instituto Politécnico Nacional, destinado a atender las necesidades en ese aspecto de las clases populares.

 

Fue el que inició el reparto agrario en forma masiva y el que expidió la Ley Federal del Trabajo en el que se fijaba la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y muchas cosas más con las que los derechistas no estaban de acuerdo y desde entonces su partido, el PAN, empezó a combatir a los gobiernos surgidos de la Revolución, con los que ahora están aliados hasta para oponerse a la renacionalización de la industria eléctrica, que como el gas y la producción de alimentos básicos, constituyen temas de seguridad nacional.

 

Ya la dirigencia nacional del PRI amenazó a sus diputados federales con sanciones, que pueden ir de llamados de atención hasta la expulsión de su partido, a quienes apoyen la nueva Reforma Eléctrica. Esto podría resolverse hoy. A ver si al señor Moreno Cárdenas ‘Alito’ no le sale el tiro por la culata.