Su designación como candidato de Va por México, señaló el perredista, es un proceso democrático, a diferencia de lo que ocurre en Morena, donde tendrá que ser una imposición, pues tienen tantos problemas internos, que no será posible una designación democrática.
Recordó que Eduardo Rivera Pérez ya fue presidente municipal de la capital en el primer trienio del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas y que hizo un buen trabajo y que es el mejor posicionado y por lo tanto, el que debe ser apoyado por la alianza opositora para competir con el candidato que lance Morena.
Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional anunció ayer que no presentará candidatos en los 38 principales municipios de la entidad, entre ellos el de esta capital, lo que quiere decir que aceptará la candidatura de Rivera Pérez.
Si el PRD hace declaraciones en el sentido de que el ex munícipe panista es el mejor posicionado, de hecho ya lo está aceptando como candidato de la alianza.
Luego entonces, el candidato a la presidencia municipal de Puebla-capital, será Eduardo Rivera Pérez, no hay más.
LO QUE LLAMA LA ATENCIÓN ES LA POCA memoria que tienen nuestros políticos. Dicen que ellos actúan democráticamente y el enemigo a vencer, Morena, es impositivo. Se olvidan que hace muy poco todos los partidos políticos mexicanos eran impositivos, empezando por el PRI y el PAN. Quienes mandaban, quienes decidían en dichas organizaciones, eran sus dirigentes o los gobernadores en turno.
Ya parece que un candidato para la presidencia municipal de la capital del estado iba a ser decidido por las militancias. Estas tenían que acatar la decisión que se tomara en las cúpulas.
La alianza del PRD con el PAN en elecciones anteriores y ahora hasta con el PRI, no fue consultada a la militancia perredista, fue acordada arriba y los de abajo no tenían más que acatar tan decisión. Así ha sido desde que éramos colonia española.
Algún alto funcionario colonial dijo al pueblo que algo reclamaba: “Debéis saber que habéis nacido para callar y obedecer”. Y así ha sido a través de nuestra historia, hasta hace algunos años en que cansado de tanta injusticia, de tanto latrocinio gubernamental, de tanta imposición, el pueblo empezó a rebelarse hasta llegar a lo que estamos viviendo.
¿SE IMAGINÓ USTED ALGUNA VEZ QUE EL PRI, el partido que llegó a gobernar desde la más humilde junta auxiliar, hasta la presidencia de la república y que ahora renuncie a lanzar candidatos por los 38 municipios más importantes del Estado?
Son las circunstancias que dicho partido está viviendo actualmente. Lo tuvo todo, absolutamente todo y lo empezó a perder al llegar al poder un grupo de jóvenes doctorados en prestigiosas universidades gringas, que quisieron cambiar el mundo creado por sus padres, muchos eran hijos de altos funcionarios, renunciando a nuestra historia y a nuestra realidad para convertir a México, según decían, en parte del primer mundo. Y efectivamente ellos pasaron a ser parte del primer mundo a costa de millones de mexicanos que ya estaban en la pobreza o que cayeron en ella por los cambios de política económica y de política social realizados por esos geniecillos de la economía que se sentían dueños de este país.
El enojo de la población se manifestó en el 2018, cuando favorecieron con su voto más de 30 millones de electores al candidato que ofrecía un cambio, una Cuarta Transformación, que ha venido a poner al descubierto los graves problemas que sufría el país, además del de la inseguridad y de la violencia.
Hay problemas agravados por la pandemia, problemas que está sufriendo todo el mundo y otros problemas surgidos por el cambio que no ha acabado de realizarse, porque el viejo régimen, no ha acabado de irse.
Efectivamente, como dice el señor Loyola, Morena está en graves problemas internos y hay una rebatinga por los puestos de elección popular. No hay organización ni orden en ese partido. Sus dirigentes no le han agarrado la onda a lo que de ellos espera el pueblo y eso es una lástima, pues podrían convertirse en los enterradores del proyecto de esa Cuarta Transformación.
