Jueves, 28 de Marzo del 2024
Viernes, 01 Julio 2022 01:58

Alito perdió el rumbo

Alito perdió el rumbo Escrito Por :   Gabriel Sánchez Andraca

Esas propuestas han exacerbado a sus opositores, pues demuestran que Don ‘Alito’ no está en sus cabales y que con esas locuras provocará que el Revolucionario Institucional, de por sí ya muy debilitado, se acerque más a su extinción.


 

El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, ‘Alito’, cuya renuncia están exigiendo diez ex dirigentes nacionales tales como Dulce María Sauri, Beatriz Paredes, Claudia Ruíz Massieu, Osorio Chong, Carlos Madrazo y otros que fueron relevantes políticos priistas, ha caído en una situación que merece la intervención de especialistas en salud mental. Ha dicho que el PRI exigirá que el servicio eléctrico para familias pobres, que suman millones, sea gratuito.

 

            Dice que su partido va a proponer un sistema de control de armas en nuestro país que permita que las familias mexicanas cuenten con un arma de fuego, para defenderse de la delincuencia, que según afirma, se ha desbordado en México y la gente tiene que defenderse. Algo similar a lo que defienden los Republicanos en el país vecino del norte, quienes apoyan las posturas de una poderosa organización que defiende la libre venta y posesión de armas de fuego, pese a las matanzas frecuentes que gente desquiciada provoca en escuelas, iglesias, supermercados, etc.

 

            Esas propuestas han exacerbado a sus opositores, pues demuestran que Don ‘Alito’ no está en sus cabales y que con esas locuras provocará que el Revolucionario Institucional, de por sí ya muy debilitado, se acerque más a su extinción.

 

              EL PRI ES UN PARTIDO HISTÓRICO EN NUESTRO país, igual que el PAN. Son dos organizaciones políticas con grandes diferencias ideológicas, pero que representan a los dos sectores más importantes de la nación: liberales y conservadores.

 

                Dos corrientes que se han venido disputando el poder desde la Independencia ya como partidos políticos constituidos en el siglo XX con las siglas de PRI y PAN, pero que en nuestros días, inexplicablemente, se han vuelto aliados.

 

            Esa alianza demuestra que el neoliberalismo que se adueñó del PRI en los años ochenta, aprovechando la descomposición y el debilitamiento de ese partido, se había colocado ya en una línea ideológica derechista, lo que permitió la unión de dos corrientes políticas que fueron antagónicas en el pasado.

 

           PRI y PAN, pues, son partidos que deben seguir existiendo por representar la ideología política mayoritaria y minoritaria de la población mexicana.

 

          ‘Alito’ está totalmente fuera de la realidad y él debe entenderlo, y si no lo entiende los priistas están obligados a asumir medidas drásticas para evitar que su partido asuma las consecuencias y se debilite más o de plano desaparezca del panorama nacional, toda vez que Morena ha retomado la ideología y los principios que defendió el PRI en sus inicios y que le permitieron ejercer el poder casi absoluto en el país, durante casi un siglo.

 

             El consejo que le da, después de hacerle una dura crítica, el militante y activista del Revolucionario Institucional, Héctor Laug, de que negocie su salida pero que salga, es estupendo.

 

           LA GENTE CONSERVADORA DE LA CIUDAD DE Puebla, que no es poca, cree que el PAN volverá al poder en el 2024 con Eduardo Rivera Pérez, algo que suena ilógico, pues en primer lugar la ciudad capital no tiene muchas similitudes con la provincia poblana.

 

          Si en la capital hay un fuerte grupo conservador, en el interior del estado prevalece, siempre ha sido así, el liberalismo.

 

          Además, el primer gobierno panista de Puebla, que inició su trabajo en 2010 hizo un pésimo papel al frente del gobierno pues abandonó a su suerte a los municipios de la entidad. Su atención se concentró en la capital del estado, donde llevó a cabo vistosas y carísimas obras sin ninguna repercusión social y a un elevadísimo costo que lo obligó a endeudarse con 160 mil millones que se terminarán de pagar en 30 años a partir de la fecha en que ese gobierno dejó el poder. Mientras tanto, los gobiernos que le han sucedido tendrán que pagar impuestos anuales por cientos de millones de pesos, lo que limita su trabajo para paliar la desigualdad dejada por los panistas, que el Coneval, organismo encargado de medir la pobreza en México, calcula en un 60 por ciento, entre los que más tienen y los que menos tienen.

 

           Por algo, el mismo Coneval y el Inegi colocaron a Puebla entre los tres estados más pobres y atrasados de México; Michoacán, Guerrero y Oaxaca, colocando a Puebla en el lugar de Oaxaca. Que ha tenido un crecimiento mayor.

 

          Y es que el estado de Puebla no es la ciudad de Puebla, donde se levanta la zona Angelópolis, el desarrollo urbano más importante del estado, con grandes construcciones que consumen mucha energía eléctrica, y sobre todo mucha agua, que más temprano que tarde empezará a escasear, pues los volcanes han dejado de aportar las grandes cantidades del indispensable líquido, que antes venían por los deshielos de sus eternas nieves, que ahora casi no existen.

 

           Muchos de los problemas actuales se han derivado de la incapacidad de los panistas para resolverlos o preverlos. Sólo quisieron apantallar con sus vistosos puentes elevados, sus ciclopistas que no han servido para nada y con sus rejas en parques y jardines costosísimas pero inútiles en un lugar donde las protecciones existían y eran sencillas pero suficientes para lo que se necesitaba. Ah, y los apantallantes edificios del museo Internacional del Barroco y del Centro Integral de Servicios, cuyo costo fue de miles de millones de pesos y su mantenimiento también requiere de millones de pesos.

 

           EL CANDIDATO QUE TIENE PROYECTADO EL PAN para ser apoyado por la alianza de la que forman parte el PRI y el PAN ya fue alcalde en los tres primeros años del régimen panista y que fue aplastado por el autoritarismo del gobernador.

 

            Ya en su reelección ha demostrado ser un auténtico panista tradicional: no dar marcha atrás en el asunto de la privatización del servicio de agua potable pese a las exigencias de amplios sectores de la población; solicitar la autorización del Congreso para que los vecinos de esta capital paguen su alumbrado público; colocar parquímetros en el Centro Histórico y solicitar un préstamo de 169 millones de pesos. ¿Se lo imagina como gobernador? 

 

          

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