En nuestras dos columnas anteriores hemos publicado dos de los artículos que como respuesta a nuestra pregunta sobre lo que pensaba de Morena y las políticas presidenciales, el economista, académico y político poblano Antonio Tenorio Adame nos envió. Hoy publicamos la tercera y última parte.
Esto es interesante porque se trata de un ex priista de la corriente progresista que tenía ese partido, corriente que abandonó el PRI cuando Carlos Salinas y el grupo de tecnócratas que lo acompañaba impusieron el neoliberalismo y abandonaron la política social de beneficio para las clases populares, por la que se hizo la Revolución de 1910.
Tenorio Adame es un intelectual y político de izquierda que hace una crítica imparcial a la actuación del partido Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la que se puede estar de acuerdo o no, pero es un crítica seria y objetiva desde el punto de vista de un personaje de nuestro mundillo político, que ha sido siempre congruente con lo que piensa y con lo que hace y por lo tanto su opinión es respetable, desinteresada y puede ser de gran utilidad para quienes actualmente ejercen el poder en México.
“Durante el transcurso de este año, 2022, la sequía ha afectado la parte norte del país, se estima que en ocho estados donde se ubica la obra hidráulica se encuentra bajo el rigor de la falta del precioso líquido, el daño es considerado en grado severo a 25 por ciento del territorio nacional y 75 por ciento en grado moderado con tendencia a incrementarse, las condiciones se agudizarán debido a los recortes presupuestales dejarán sentir su falta de prevención desde 2012 que van de un 6.5 por ciento hasta un 14.8 por ciento, de tal modo el abandono del campo se traduce en falta de alimentos que son adquiridos en el extranjero. El espacio nacional se encuentra ubicado en la región de los desiertos, una situación que limita al clima y calidad de suelos, por tanto su capacidad agrícola; en esa tesitura su ventaja reside en su formación de dos golfos y de sus costas, son bañadas por dos océanos, además su carácter montañoso con la frecuencia de los ciclones favorecen la retención de aguas pluviales; sin embargo sólo una tercera parte del líquido es depositado en la mesa central y superior del territorio, las otras dos terceras partes se ubican en el sur, sureste. Así, mientras la superficie cultivada y las obras hidráulicas se encuentran en el norte y centro de la república el potencial de la precipitación de lluvia es bajo. En la región del noreste en 2.5 millones de hectáreas se producen las hortalizas de exportación, mientras que en 4.5 millones de hectáreas se alcanza al maíz blanco de consumo. Se diría que México produce alimentos para su alimentación y para su exportación externa, se advierte la de alternativas por el interés del mercado. El otro aspecto alterno sería aprovechar las tierras marginales del sur y sureste del país, donde existe agua y potencial de siembra de 16 cultivos distintos, según el Consejo de Postgraduados de Chapingo; sin embargo la calidad de sus suelos son deficientes por ser delgados, fácilmente deslavados, de corta producción, con ciclo de lluvias impredecibles, y ocupados por la ganadería cuyos propietarios difícilmente cambiarían el destino del uso de suelos. En tales circunstancias se mantiene vivo el mito de México como país de abundancia, pero con gente hambrienta, el mercado es primero.
“Uno de los cambios medulares que ejerció Andrés Manuel al arranque de su gobierno fue la decisión de cambiar el manejo del presupuesto. Tuvo la idea de modificarlo a su manera y entre los mecanismos que puso en marcha fue el de otorgar las ayudas y apoyos de manera directa.
“Se suprimieron organismos y representantes, también descifró las prioridades fundamentales para reactivar la economía nacional, así asignó a la obra pública los recursos provenientes de ajustes o supresiones de la llamada “austeridad”.
“En algunos casos afectó sectores sensibles y esenciales, en otros alteró la asignación de recursos de prevención de desastres naturales o centros de enseñanza e investigación, algunos más sufrieron abandono reflejado en la infraestructura, como se percibe en la obra inconclusa de los trenes sub-urbanos de Querétaro y Toluca en conexión con la Ciudad de México.
“El gobierno de AMLO se caracterizó por su pragmatismo presidencial en dos vertientes, el exceso de la función del jefe de gobierno, así como una expresión de política internacional carente de visión geoestratégica.
“En ocasiones tomando distancia cautela y reserva y en otra con desprendimiento desmedido sin dimensionar los efectos, como ocurrió en los casos referentes a la integración espacial donde se pone en juego la soberanía de la nación, partiendo de abrir incondicionalmente el territorio nacional.
“Además se advierte su carencia de una visión capaz de alcanzar a dimensionar a la nación y su interpretación de nacionalidad.
“Vivimos tiempos de acelerado cambio, de una parte que se destruye por la guerra o vence al tiempo o al contagio, de otra se adviene una nueva era de reestructuración de la organización política y del comercio.
“Quizás se llegue a un Bretton Woods sin necesidad de una guerra mundial como ocurrió en 1945. Vivimos en la contradicción constante.
“A partir de la creación de la Unión Europea, registramos la tendencia a vincular naciones en la formación de estados continentales, no obstante la segregación persiste: Inglaterra promueve el Brexit mientras Ucrania provoca por separarse del dominio ruso y alentar a la OTAN a pronunciar amenazas comprometidas con la Unión Europea.
“Contradicciones provocadas por el cambio de la dirección del proceso global. En el fondo Rusia se enfrenta al bloque global occidental sujeto a la OTAN.
“Una guerra donde se acelera la inflación a escala global. Como en EEUU donde la tasa de inflación de hace un año era de 4.9 pasó al 8.6 por ciento, el incremento más elevado de los últimos 40 años. Convirtiéndose en la gran amenaza de una próxima recesión, donde lo político y lo económico no reconocen límites.
¿Sobrevivirá Morena a la debacle? ¿A qué costo?
