Domingo, 05 de Mayo del 2024
Lunes, 05 Septiembre 2022 00:12

Gilberto Bosques, el gran olvidado

Gilberto Bosques, el gran olvidado Escrito Por :   Gabriel Sánchez Andraca

Mediante compromisos establecidos entre Maximino y los caciques regionales logró el control total del Estado, y como Bosques Saldivar le estorbaba no sólo lo hostilizaba sino que se implementó un atentado en 1935 para privarlo de la vida en la población de Esperanza, al pie del Pico de Orizaba, cuyo autor intelectual según las crónicas de la época, fue un terrateniente de Ciudad Serdán a cuyo distrito pertenecía Esperanza.  


 

Hace unos días comentamos aquí el aniversario 132 del natalicio de uno de los poblanos que ha tenido mayor reconocimiento en el mundo, menos en Puebla.

 

         La semana que acaba de terminar, se publicó en un diario de circulación nacional un artículo de José M. Muria que da a conocer datos ignorados sobre la obra del gran chiauteco, lamentándose que en su estado natal las autoridades se hayan hecho ‘ojo de hormiga’ para hacerle algún reconocimiento, a excepción del Congreso del Estado que hace unos años acordó colocar con letras de oro en el recinto parlamentario el nombre de Don Gilberto en los muros del salón de sesiones, y en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla también hayan tenido algún homenaje pese a que él fue egresado del Instituto Normal del Estado y no de la BUAP.

 

        Desde hace algunos años esta columna ha hecho mención a eso precisamente y ha tratado de explicar las razones de ello: Don Gilberto fue adversario político de Maximino Avila Camacho en su lucha por alcanzar la gubernatura del Estado. Maximino, que había sido el comandante de la XXV Zona Militar y era el candidato oficial, instauró en Puebla uno de los cacicazgos más duros del país.

 

          Mediante compromisos establecidos entre Maximino y los caciques regionales logró el control total del Estado, y como Bosques Saldivar le estorbaba no sólo lo hostilizaba sino que se implementó un atentado en 1935 para privarlo de la vida en la población de Esperanza, al pie del Pico de Orizaba, cuyo autor intelectual según las crónicas de la época, fue un terrateniente de Ciudad Serdán a cuyo distrito pertenecía Esperanza.  

 

           Un guardaespaldas del maestro Bosques, fornido y de elevada estatura, logró hacerlo a un lado y ponerse al frente y fue el que recibió los disparos. Luego de eso las mujeres del lugar que asistían al acto rodearon al candidato para protegerlo y así salvó la vida.

 

           LA GUBERNATURA QUEDÓ EN MANOS DE MAXIMINO que tuvo como secretario de gobierno en parte de su administración al licenciado Gustavo Díaz Ordaz, de donde se deriva su antipatía por quien después fue presidente de la República. De ahí que el maestro y diplomático haya solicitado al presidente Adolfo López Mateos su retiro del servicio, “pues no tenía la menor intención de tener el mínimo trato con ese señor”.

 

            También se ignora que cuando estuvo de embajador en Portugal salvó a más de mil españoles republicanos perseguidos por el franquismo, y que estuvo de embajador en Cuba cuando todavía estaba Fulgencio Batista en el poder y perseguía con el fin de eliminarlos a sus oponentes, entre quienes estaban dos jóvenes hermanos: Raúl y Fidel Castro Ruz, a quienes logró exiliar en México.

 

             José M. Muria, el autor del artículo, dice que comparar a Gilberto Bosques con Oscar Schindler, el de la película gringa que ha sido endiosado por haber salvado de la muerte durante el nazismo a mil 100 judíos es ridículo, si se tiene en cuenta que durante su carrera diplomática el maestro poblano salvó la vida a más de 80 mil seres humanos de diversas nacionalidades, aunque no todos hayan venido a México como refugiados.

 

            En Viena la capital de Austria hay una avenida y un jardín que llevan el nombre del maestro poblano; en el puerto francés de donde salían los barcos con miles de pasajeros con pasaporte mexicano hay un busto de don Gilberto. Aquí en Puebla no hay una escuela, un hospital, un monumento dedicado a ese poblano universal.

 

             La calle principal de Chiautla de Tapia, apenas durante el gobierno de Melquiades Morales, fue reformada y se le puso su nombre. Y el Instituto Normal del Estado permanece como totalmente ajeno al hecho de haber sido el alma mater del más  ilustre y universal de sus egresados.

 

            YA NO SABEN QUÉ HACER LOS CONSERVADORES, como dice el presidente, para desprestigiar al actual gobierno nacional. Nos llegó un correo en el que un supuesto morenista afirma que él no votará por Morena en las elecciones del 2024, porque si bien considera que muchas de las acciones del gobierno son correctas no está conforme con el hecho de que haya un dictador como López Obrador, que “está acabando con el país de libertades que teníamos” metiéndose con los poderes legislativo y judicial. Bien se ve que no sabe o no se ha dado cuenta de que los poderes Legislativo y Judicial de nuestro país nunca habían tenido la independencia de que ahora gozan. El presidente les hace críticas válidas para que corrijan sus fallas, pero no les está imponiendo nada. Sus intervenciones son para que como autoridades que son se ajusten a la ley y no lesionen los intereses del país ni de los ciudadanos. Lo demás son cuentos de quienes habiendo perdido el poder lo quieren recuperar a toda costa sólo para defender sus intereses y privilegios.

 

         DESDE ESTE ESPACIO QUIERO ENVIAR MIS MÁS SENTIDAS condolencias a mi amiga y colega Manola Álvarez Sepúlveda por el sentido fallecimiento de su hijo. Ojalá y pronto pueda superar ese dolor tan grande. 

 

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