Acaba de realizarse en la ciudad de México el Congreso Nacional del partido Morena, que desde el 2018 nos gobierna a nivel nacional y que ahora ya gobierna a más de veinte estados del país y a numerosos municipios, importantes y pequeños.
El objetivo es prepararse para las elecciones del 2024, año en que habrán de realizarse cambios a nivel federal de numerosos estados y también gobiernos municipales.
Desde este espacio hemos venido insistiendo en la necesidad de que el partido en el poder se organice como es debido, para hacer un buen papel en las elecciones próximas, poniendo especial cuidado en la selección de candidatos.
LA POPULARIDAD DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA garantiza el triunfo del candidato que Morena lance para ocupar la presidencia, eso está claro y no parece haber duda de que así ocurrirá, sobre todo porque los que son mencionados como posibles sucesores del actual mandatario son altos funcionarios federales bien evaluados por la población en general. No ocurre lo mismo con algunos mandatarios estatales y menos con muchísimos presidentes municipales surgidos del nuevo partido en el poder.
El talón de Aquiles de Morena está precisamente en los gobiernos municipales. Aquí en Puebla, nos informan, son muchos los alcaldes morenistas que se han ganado a pulso un desprestigio que está llegando al odio, alentado por los grupos opositores.
Pero en general hay inconformidad en numerosos municipios por el proceder de sus alcaldes.
Hombres y mujeres que han llegado al poder municipal en varias demarcaciones de la entidad están mostrándose ambiciosos no sólo de poder, sino de dinero, pero además están mostrando una incapacidad total para el servicio público.
EL PARTIDO MORENA SE DERIVA DE UN MOVIMIENTO popular en el que había ciudadanos procedentes de las diversas formaciones políticas que ha habido en el país. En su mayoría son personas sin ideología política precisa; muchos con ambiciones de dinero y de poder que no habían podido satisfacer en el partido o los partidos que nos habían venido gobernando, porque esos ya estaban copados por grupos de interés y era casi imposible rebasarlos.
Al surgir una nueva fuerza política miles de ciudadanos vieron la oportunidad de mejorar las cosas en el país, pues en los años del neoliberalismo aplicado por los gobiernos del PRIAN, el hundimiento político, económico y social de México era evidente y su ingreso al Movimiento de Regeneración Nacional fue de buena fe. Pero también se colaron muchos oportunistas aprovechando la desorganización prevaleciente y que no ha podido remediarse y son estos últimos los que se han aprovechado para realizar sus sueños de poder político y de dinero mal habido, provocando el desprestigio de Morena en esos niveles, qué si no se remedia, podrían afectar a todo el partido en su conjunto.
EN EL CONGRESO MORENISTA RECIÉN CELEBRADO se tomaron decisiones que permitirán mejorar las cosas. Se hicieron cambios en la directiva, se redujo el número de secretarías de 21 a solo 12, lo que hace más ágil su manejo, e ingresaron a la dirigencia nacional elementos política e ideológicamente probados.
Lo anterior permitirá preparar a sus militantes para que conozcan los objetivos del partido al que pertenecen, su ideología básica y la importancia de un cambio real en la vida política del país.
Además, la nueva dirigencia y las dirigencias estatales y municipales podrán escoger a los mejores hombres y mujeres para lanzarlos como candidatos a los puestos de elección popular. Es lo que todo mundo espera.
