Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 06 Abril 2021 03:14

La operación territorial de un gobernador sí pesa

La operación territorial de un gobernador sí pesa Escrito Por :   Arturo Rueda

El esquema resultó un éxito porque, de entrada, no hubo abuelitos muertos ni desmayados, ni mucho menos largas filas al sol. Por mucho, tardaron una hora, sesenta minutos, en entrar, recibir la inoculación, esperar el tiempo de observación y salir. No solo eso: la experiencia y los comentarios de los poblanos en las redes sociales fue de alegría y dignidad, justo lo que se buscaba.


 

Quien crea que un gobernador no hace la diferencia en la operación territorial, tendría que sentarse a analizar el salto cualitativo que representó la logística de vacunación en manos de la secretaría de Salud estatal y la Sedena en comparación al desastre de Rodrigo Abdala.

 

Ese giro de ciento ochenta grados se resume en una expresión: un pendejo empistolado no deja de ser un pendejo aunque traiga pistola y balas.  

 

Si las vacunas son las armas electorales de López Obrador y Morena para ganar las elecciones de 2021, Abdala estuvo a punto de dilapidarlas, mientras que Barbosa levantó del suelo lo que estuvo a punto de volverse en contra de Morena.

 

Ya había evidencia suficiente de la incapacidad de Abdala desde que ocurrieron los desastres en San Andrés, Tehuacán y los nueve municipios de la zona metropolitana: abuelitos tratados con indignidad, durmiendo en las calles, haciendo filas bajo el sol, insolados y deshidratados.

 

Reclamos, enojos, indignación. Pero desde Palacio Nacional, en la oficina de Gabriel García, se insistió en sostener a Abdala al frente de la logística. Y eso que venía lo más complejo: la vacunación en Puebla capital, donde el súper delegado decidió aliarse con Claudia Rivera y Alfonso Esparza, enemigos de Barbosa, para no darle ni un margen de movimiento.

 

El primer día salió terrible, pero el segundo fue peor: negligencia criminal, pues es el infame proceso dejó como saldo una abuelita muerta, la primera a nivel nacional y hasta el momento la única. Un escandalazo en ciernes, de esos a los que les gustan los medios conservadores como la aguja vacía.

 

Las alertas rojas se prendieron en Palacio Nacional donde se tomó la decisión de castigar a Abdala y entregarle la logística al gobierno estatal de Barbosa, respaldado por la Sedena.

 

Barbosa y su secretario de Salud, el Dr. Martínez, tomaron el balón en al aire y no fallaron, pues el titular de Salud conoce perfectamente las estrategias de dispersión territorial. En vez de una sola sede, eligieron una regadera de 19 sedes diferentes, lo que representó un desafío de coordinación de jurisdicciones e institucionales federales y locales.

 

Martínez no le quedó mal al gobernador e incluso puso manos a la obra, pues con guantes en las manos comenzó a aplicar vacunas en vez de quedarse viendo y recorriendo las sedes como hacía Abdala.

 

El esquema resultó un éxito porque, de entrada, no hubo abuelitos muertos ni desmayados, ni mucho menos largas filas al sol. Por mucho, tardaron una hora, sesenta minutos, en entrar, recibir la inoculación, esperar el tiempo de observación y salir.

 

No sólo eso: la experiencia y los comentarios de los poblanos en las redes sociales fueron de alegría y dignidad, justo lo que se buscaba.

 

Ahora Abdala sólo es un mirón y la interlocución de Barbosa es directa con la secretaria del Bienestar, por lo que el gobierno estatal y la Sedena continuarán al frente, tanto en la aplicación de las segundas dosis en San Andrés Cholula, la mixteca, Tehuacán y la zona metropolitana, pero también los más de 350 mil abuelitos que no han recibido la primera dosis.

 

Todo esto viene al respecto porque en Morena, como ya se vio en la designación de candidatos a diputados federales y muchos ediles, que a Barbosa “no se le necesita, que no pesa”.

 

Pues Barbosa ya demostró que un gobernador siempre pesa, y más sí sabe de operación territorial.

 

Tras la vacunación, el grupo en Morena que sí confía en Barbosa, ha pedido reconsiderar la lista de las 26 diputaciones locales, así como las tres primeras plurinominales para una negociación de grupos.

 

Y todo indica que sí, que el grupo de Barbosa va a llevar mano en la lista, y que esa reconsideración del peso de un gobernador modificó los planes del agandalle que traían Evangelista, AA y Claudia.

 

La lista hace tic-tac desde hace una semana.

 

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