Entre jueves y viernes, Claudia Rivero Vivanco anunciará públicamente que buscará la reelección por otro periodo de tres años al frente de la alcaldía de Puebla. Concretará la ruta de ruptura con el gobernador Barbosa que inició en 2020, cuando prometió y luego se desdijo de la entrega de la seguridad pública municipal.

 

Se siente fortalecida después de que el grupo de Bertha Luján le consiguió a su mamá Eloísa la presidencia de la Comisión de Honor y Justicia, y que ningún misil de Casa Aguayo la liquidó.

 

Ese grupo, aunque perdió la dirigencia nacional, tiene la Secretaría General y la mayoría en el Consejo Nacional para poner de rodillas a Mario Delgado. Así lo han hecho en varias decisiones.

 

Tras bambalinas, tiene amarrado que su suplente –Argelia Arriaga- no tome protesta, sino que en su silla se siente el vice alcalde Andrés García Viveros, para lo que se diseñó una estrategia de comunicación en la que el ex morenovallista luce como el operador de todo, el funcionario que da instrucciones a todos y parece que trabaja más que la propia alcaldesa.

 

A través de su síndico, Gonzalo Castillo, mandó a combatir el reglamento del IEE avalado por todos los partidos que exige licencia de 120 días al cargo para aquellos representantes que busquen la reelección. Aunque el TEEP confirmará, seguramente, otra cosa, es el destino que tendrá el documento en el Tribunal federal, pues se puede caer.

 

También tiene el apoyo de la lumpeniza de regidores afines, a los que les puso microbús para ir a inscribirse por las diputaciones federales de Morena. A esa lumpeniza que encabezan los Ivanes les ha prometido que irán en la planilla reeleccionista porque se lo han ganado, además de abrir otros espacios que dejarán vacíos los opositores del G5.

 

Claudia sabe que parte con la ventaja de la desorganización electoral de Morena, pues tiene la información de que se repetirá el género de 2018, con lo que evitará una interna con Gabriel Biestro. Eso significa que se asignará a mujer.

 

 Es decir, que cambiar los bloques de competitividad sería una tarea de la dirigencia estatal que controla con Armenta, lo que no ocurrirá según ha comprometido Garmendia y Carlos Evangelista.

 

Y que para aplacar al senador, le ofrecerá uno o dos lugares en las regidurías, con lo que Armenta se dará por bien servido.

 

Se acerca el escenario dorado de la alcaldesa Claudia, a la que sólo le falta una cosa: convencer al 90 % de los poblanos que no quieren volver a votar por ella y reprueban su trabajo en el trienio.

 

Aunque batalló y batalló en la compra de percepciones, comprando medios de comunicación, líneas editoriales y voluntades, las encuestas señalan que nunca pudo mejorar su 45 % de desaprobación que la hacen la alcaldesa -o alcalde-  reprobada en la historia de Puebla capital.

 

Parece, pues, su fallo en el plan: que su mal gobierno, o desgobierno, no puede ser revertido en campaña, y que su eventual candidatura disparará los sentimientos anti-Morena, con lo que toda la zona metropolitana puede volverse zona de desastre para el partido en el poder.

 

Claro, ella tiene otros datos y cree que puede revertir su desprestigio.

 

Ya veremos, porque entre una cosa y otra, Biestro ya se destapó.

 

La batalla, parece, será vibrante.

 

*** Gracias, Lety Ánimas. En diferentes etapas, la pluma de la brillante periodista Lety Ánimas asomó en CAMBIO con reportajes impactantes. Varias veces fue y vino, pero ésta siempre fue su casa.

 

Ya había derrotado al COVID, pero es un virus resiliente, que regresó por ella causando consternación entre todos los que la conocieron.

 

Descansa en paz amiga.

 

Aquí cuidamos tu nombre y tu legado.