La campaña electoral 2021 es atípica en uno de los fenómenos tradicionales: no hay guerra de encuestas. No hay guerra porque hasta hoy todas las publicadas le dan una ventaja de dos dígitos en favor de Eduardo Rivera Pérez y desde el war room de Claudia Rivera no hay respuesta: ni un sondeo de alguna empresa chafa que por lo menos dé empate técnico.

 

Con todas sus complicaciones y desgastes, los sondeos electorales siguen siendo el insumo fundamental de los apostadores de la política, así como de analistas y jefes de campaña: una batalla equilibrada necesita la percepción de victoria para sostener la fe en una candidatura. Fe….y dinero.

 

Los sondeos no sólo son de percepción, sino que ayudan a tomar decisiones tácticas acerca del rumbo, imagen, propuestas y discurso de un candidato. Hay encuestas para mostrar y encuestas como insumo interno.

 

Hasta el momento sólo conocemos encuestas de cinco empresas: Indicadores S.C., Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), Massive Caller, Campaign & Election Research (C&E) y Mas Data de Pepe Zenteno. Las tres primeras son telefónicas y la única domiciliaria es la de Pepe Zenteno.

 

De momento, los únicos medios de comunicación que pagan encuestas son CAMBIO con GCE y el portal Paralelo 19 que financia las de Mas Data.

 

Excepto la primera de la empresa liderada por Pepe Zenteno, que también daba ventaja al panista pero sólo de 8.5 puntos y en la segunda abre esa ventaja a casi 14, ya todos los sondeos coinciden que entre más hace campaña Claudia Rivera, más se hunde. La diferencia ya llegó a los 21 puntos según C&E en la de ayer.

 

Así que justo en el ecuador de la campaña, en el día quince del proselitismo, la media de todas las encuestas conocidas es de 16 puntos en favor de Eduardo Rivera Pérez.

 

Si tomamos en cuenta que de hoy para adelante sólo quedan 14 días de campaña, y la media de desventaja es de 16 puntos, Claudia Rivera tiene que sumar un punto diario de convencimiento, alrededor de 7 mil electores.

 

En estimaciones de voto, calculando un 50 por ciento de participación, Eduardo Rivera Pérez tiene entre 330 y 350 mil votos. El PAN le aporta su cuota tradicional de 250 mil; el PRI sus 60 mil votitos y la colita del PRD unos 20 o 30 mil.

 

Claudia Rivera, pese al posicionamiento de Morena, anda entre 270 y 255 mil votos, parece que está cerca pero en realidad está lejos, pues no parece tener hacia dónde crecer por su titipuchal de negativos.

 

La diferencia real, en este momento, es entre 70 y 80 mil votos.

 

Pero nos asomamos al día 16 de campaña. Parece difícil que la tendencia puede cambiar en percepción, pero la gran apuesta de Claudia y Morena será la movilización para el mero día de la jornada electoral. Cueste lo que cueste, pues le sobra dinero de las arcas municipales que usan sin pudor para pagar un ejército de 400 brigadistas, a los que pagan 400 pesos al día.

 

Sin embargo, Moreno Valle decía que la movilización sólo era útil cuando no había un electorado decidido, porque de lo contrario, se podía movilizar voto opositor como le pasó al PRI en el 2000.

 

O sea que, sin querer queriendo, Claudia con su movilización puede abonar a que la victoria de Eduardo Rivera sea todavía más amplia.

 

Lo que es seguro es que, con 70-80 mil votos de diferencia, la guerra sucia desde el bunker riverista va a arreciar para tratar de cerrar tendencias en el ánimo electoral.

 

Se avecina la parte más difícil de la batalla, pues la desesperación siempre es mala consejera.

 

¿De dónde sacarán 70-80 mil votos?