En la recta final de toda campaña electoral siempre se acelera la feria de las traiciones. Y por definición, todos los traidores coexisten en el mismo callejón. Juntitos para reconocerse.

 

Una vez que la detención de Mario Marín Torres le frustró a Alejandro Armenta Mier convertirse en candidato a la alcaldía, se convirtió en el principal impulsor de Claudia Rivera Vivanco a la reelección. No porque creyera que era la mejor opción de gobierno, sino la mejor opción de fastidiar a Barbosa.

 

A principios de marzo, Armenta y Claudia destilaban amor. De hecho, con ella tuvo su primera reunión para entregarle su marmotreto de plan de gobierno municipal, un bosquejo primitivo de ideas sobre los Ayuntamientos, tan primitivo como su autor.

 

Cuando fue designada candidata, el senador festejó rabiosamente el bloqueo a Gabriel Biestro porque era la derrota de su aborrecido Barbosa.

 

Después desapareció de la escena electoral, y sólo volvió a aparecer como guía de turistas de Ricardo Monreal en su visita para presentar un libro sobre recursos electorales. Un pretexto para supuestamente darle su apoyo a la reelección de la alcaldesa. Vino a apoyar, pero sin que nadie lo notara y mucho menos se enterara.

 

No es que la visita de Monreal pasara sin pena ni gloria. Es que así fue diseñada. De entrada, no hubo rastro de lo que dijo Monreal en el Salón Country, pues pidió que no se transmitiera el evento ni en redes sociales ni que se abriera a la prensa. Si le alzó la mano o se desvivió en elogios, no quedó rastro alguno.

 

Armenta, que se ha especializado en los últimos tiempos en ser dama de compañía de Monreal y de Mario Delgado, casualmente ayer no se apareció en el ajetreado mitin con candidatos de Morena que presidió el dirigente nacional de Morena en el Salón Country en lo que denominaron un pre cierre de campaña.

 

La enésima traición del PRICIoso ya se veía venir y sólo cumplió con el guion de las puñaladas.

 

A Armenta no le conviene que Claudia se reelija porque con ese capital electoral se convertirá de forma inevitable en candidata a gobernadora en 2024.

 

Siempre se dijo que ese era el juego gana-gana del senador: dejar fuera de la jugada a Biestro y aventar a la derrota a Claudia. Se queda casi sin rivales en la disputa por la candidatura y tiene todo el escenario para suceder a Barbosa y luego ejecutar cuentas con él.

 

¿A qué se debió que el soldadote no llegara ayer al mitin para acuerpar a Mario Delgado?

 

¿No quería dejar rastro de su apoyo a Claudia, ni fotografías ni videos?

 

Dije al principio que los traidores se encuentran en el mismo callejón para reconocerse.

 

A lo largo de sus tres años, Claudia cometió numerosas traiciones, empezando por los constructores del empresario ‘CJ’ que le aportaron 10 millones de pesos en 2018 y nunca les pagó.

 

Pero ahora ya se dan por bien servidos al exhibir sus audios, pues el que a hierro mata, a hierro muere.

 

También traicionó a su asistente personal Karina N, pues prefirió ser cómplice del acoso sexual que cometió Andrés García Viveros. Traicionó a sus supuestos ideales feministas y a los colectivos que se entregaron a ella.

 

Traidora traicionada, su ex asistente la grabó, procedió penalmente, lo que llevó a la picota a Andrés García Viveros y a Claudia que puede ser procesada en calidad de cómplice.

 

Así le pasa a los traidores: nadie escapa siempre a las puñaladas, porque el que siembra vientos, cosecha tempestades.