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Martes, 05 Enero 2021 02:32

Higuera Bernal, los chivos expiatorios, el helicopterazo...

Higuera Bernal, los chivos expiatorios, el helicopterazo... Escrito Por :   Arturo Rueda

¿Qué llevó a Higuera Bernal a impulsar la detención de cinco personajes menores, todos ellos vinculados al taller Rotor Flight Services e imputarles el homicidio culposo de los cinco tripulantes del Agusta Grand que se desplomó en línea recta en menos de quince segundos?


 

El helicopterazo que mató a Rafael Moreno Valle y a la gobernadora Martha Erika Alonso revivió como punto final del inquietante 2020, justo al cumplirse dos años del accidente aéreo que cambió el destino de Puebla… y que ahora no luce tan accidente según las últimas actuaciones de la Fiscalía General del Estado.

 

El helicopterazo revivió por voluntad expresa del fiscal general Gilberto Higuera Bernal, aunque nadie sabe con qué fines y cuál es la dirección que lleva la investigación ya judicializada con cinco detenidos.

 

La SCT ya había dado carpetazo al asunto con la presentación del informe técnico en plena cuarentena, por ahí de finales de marzo de 2020: la causa del accidente fue el desprendimiento de dos tornillos, además del fallo de un acelerador lineal que ya había sido notificado por el taller Rotor Flight Services a la empresa Servicios Aéreos del Altiplano de los hermanos Torre Mendoza, quienes decidieron no ejecutar el mantenimiento necesario.

 

Es decir, falló la espiroqueta de la cuchufleta.

 

En parte se cayó por esos tornillos, en parte porque ese acelerador lineal ya andaba jodido, pero la empresa tenía tantos vuelos comprometidos que decidió postergar el obligado mantenimiento.

 

A nadie dejó contento ese informe, pero a nadie iba a dejar contento de por sí. El magnicidio, el sabotaje, el complot, ya había producido sus efectos, así que ni las familias de Moreno Valle o de Martha Érika se pronunciaron a favor o en contra de las conclusiones técnicas de la SCT, cuando todavía era secretario Jiménez Espriú.

 

Carpetazo en toda la extensión de la palabra… hasta que Higuera Bernal decidió actuar en el marco de la CDI que él mismo abrió la tarde del accidente, cuando se apersonó en los terrenos donde se desplomó el Agusta Grand la tarde fatídica del 24 de diciembre de 2018.

 

Tengo al fiscal Higuera Bernal como un personaje serio, no maleable ni manipulable, mucho menos avieso. Tan serio es que trascendió a su origen morenovallista y fue electo por unanimidad por el Congreso local ya en calidad de titular, no como sustituto del inefable Víctor Carrancá.

 

¿Qué llevó a Higuera Bernal a impulsar la detención de cinco personajes menores, todos ellos vinculados al taller Rotor Flight Services e imputarles el homicidio culposo de los cinco tripulantes del Agusta Grand que se desplomó en línea recta en menos de quince segundos?

 

¿Qué lo llevó a solicitar prisión preventiva necesaria para todos ellos, pese a que se trata de delitos culposos, sin premeditación y sin concierto para el sabotaje de las partes de la aeronave?

 

¿Qué se esconde detrás de esta investigación judicial que tendrá impactantes efectos políticos cuando se desarrollen sus conclusiones jurídicas?

 

Higuera Bernal revivió el helicopterazo, pero el poder judicial poblano -que ayer reeligió al magistrado Héctor Sánchez como presidente del TSJ- se involucró no sólo al conceder las órdenes de aprehensión, sino la vinculación a proceso y la imposición de la prisión preventiva necesaria aunque se trata de delitos culposos que no lo ameritan bajo ninguna circunstancia.

 

¿Se trata, en efecto, de cerrar el accidente culpando a cinco personajes menores en este magnicidio político?

 

¿Se prestaría Higuera Bernal a la fabricación de chivos expiatorios del helicopterazo?

 

¿Podría vivir con algo así en su conciencia? Simplemente no lo creo. No del fiscal que yo conozco.

 

Si esto no se trata de fabricar culpables, ni de cerrar jurídicamente el caso con implicaciones políticas y hasta electorales en la carrera de 2021 ¿qué busca Higuera Bernal?

 

¿Por qué el juez, basado en la imputación del MP, se separa del peritaje de SCT y abre la puerta al sabotaje de la aeronave?

 

¿Por qué no se ha detenido a los hermanos Torre Mendoza, dueños en el papel de Servicios Aéreos del Altiplano, pero que insistentemente eran señalados como prestanombres de Moreno Valle?

 

¿Dónde están Rafael y José Antonio Torre Mendoza? Porque fueron ellos los que decidieron no parar la aeronave para darle mantenimiento y reparar el acelerador lineal.

 

¿A quién no deja dormir en paz y tranquilidad la acción de Higuera Bernal?

 

Todo indica, pues, que el helicopterazo que mató a Moreno Valle y a Martha Érika está lejos de morir y todavía nos va a dar más noticias.

 

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