Los dos rechazos al período extraordinario para avalar la Ley Reglamentaria de la Revocación de Mandato no son una derrota para los operadores del presidente en el Congreso, sino un indicador del miedo del PRIAN a que Andrés Manuel López Obrador vuelva a presentarse en las urnas para reforzar a la 4T rumbo al 2024.

Cualquiera pensaría que, tras el fracaso de la Cuarta Transformación en la consulta para enjuiciar a los expresidentes, el bloque del PRIAN ahora se apostaría por completo para sacar del poder a Andrés Manuel López Obrador aprovechando la revocación de mandato impulsada por el propio tabasqueño.

Al contrario de ese razonamiento y pese a la derrota, López Obrador no se echó para atrás e inmediatamente después de la consulta para los expresidentes, urgió a que sus enemigos se organizaran para tratarlo de sacar anticipadamente de la presidencia. Si fue un bluff, funcionó.

Incluso, para que no se quedara ahí, pidió a los coordinadores en el Congreso que buscaran la aprobación de la Ley Reglamentaria en un período extraordinario antes del arranque de la nueva legislatura. Se buscaba un doble efecto: si lograban el extraordinario, sacarían de la jugada al INE, que quiere meter sus manos con una normativa propia, y si no, la oposición quedaría exhibida en su miedo a ese proceso.

Tras dos intentos, no lograron el primer objetivo, pero sí el segundo: exhibir el apanique de la oposición PRIAN al proceso de revocación de mandato por carecer de dirección. Es decir, no saben qué postura asumir, si deben unir sus fuerzas para lograr la censura a AMLO. Si lo hacen y pierden, nada ni nadie le quita a Morena la victoria en 2024.

Pese al desastre en la gestión de la pandemia, así como la brutal crisis económica, el índice de aprobación al presidente se mantiene estable con un 56-58 por ciento a nivel nacional. Ni en el peor momento la desaprobación se volvió mayoritaria, aunque muchos calculan que es cuestión de tiempo a que el teflón se quiebre.

Los resultados electorales del 2021 también estuvieron a favor del presidente, pues ya tiene 16 entidades bajo el control de Morena. Territorialmente, en marzo de 2022, tendrán mayor capacidad de operación de la que tienen actualmente.

Que el PRIAN pudiera convencer a una mayoría de mexicanos de que López Obrador no debe terminar su sexenio es improbable, pero no imposible. Sin embargo, qué pasaría si lo logran… ¿Quién asumiría el poder de Palacio Nacional?

Simple y sencillamente, el caos se apoderaría de México.

Pero también si hubiera campaña, con el tabasqueño recorriendo el país incentivando la participación y sacando a sus bases a votar, éstas quedarían activas rumbo al 2024 para que Morena volviera a ganar con facilidad la Presidencia. Y ese escenario es el que da pánico al PRIAN.

Los conservadores creen que la mejor posibilidad que tienen es que no se realice la consulta de revocación de mandato y López Obrador siga acumulando negativos entre la clase media. Que el tabasqueño termine su sexenio es el mal menor, frente a volver a perder la Presidencia por muchísimos votos en 2024.

Así que el objetivo de AMLO se logró con los dos strikes consecutivos para el período extraordinario: la 4T ya sabe dónde pegar. El PRIAN tiene pánico de que AMLO realice su cuarta campaña presidencial recorriendo el país.