Que la versión ofrecida ayer por el gobernador Barbosa, en el sentido de que Morena como partido es el responsable directo de que los candidatos de los Distritos 9 y 20, Melissa Jauli y Toño López, estén a punto de perder sus curules, es parcialmente cierta.

 

O mejor dicho: Morena sí le hizo la ‘chingadera’ a Melissa Jauli de cargarle gastos de campaña que no realizó.

 

Pero en el caso de Toño López, el rebase de gastos de campaña fue resultado de la visita de los fiscalizadores del INE a los actos de campaña del ex subsecretario, que nunca pudo desvirtuar los excesos contabilizados.

 

¿Qué encontraron los fiscalizadores del INE y que Toño López nunca pudo desvirtuar?

 

Dos casas de campaña.

 

36 bardas no reportadas.

 

Dos mil sillas no contabilizadas en actos de campaña.

 

Cámaras de video, equipos de sonido y exceso de publicidad en medios de comunicación.

 

Incluso le sumaron cinco mil tarjetas de presentación extras a las notificadas.

 

El rebase de gastos de campaña en el Distrito 20 es resultado de los procesos de fiscalización del INE. El candidato siglado por el PT tuvo oportunidad de desvirtuar, pero no lo logró. Por eso, ahora el INE señala que rebasó el tope por arriba del 36 por ciento.

 

En el caso de Melissa Jauli, la decisión de cargarle una tonelada de dinero fue de Víctor Díaz, responsable de fiscalización en Morena y que forma parte del grupúsculo de Pablo Salazar Vicentello.

 

El tal abogado fiscalista Víctor Díaz, incluso, fue el suplente de Salazar Vicentello en el distrito de Cholula. De ese nivel es la cercanía con ese grupúsculo.

 

Ese sujeto fue quien decidió cargarle a los candidatos perdedores de Morena todos los gastos como una estrategia de liberar a los ganadores de cualquier rebase de topes de campaña. Y dado que la noche del 6 de junio Melissa Jauli salió entre los perdedores, la retocaron de gastos supuestamente de la jornada electoral.

 

En efecto: la candidata del Distrito 9 no rebasó el tope de campaña, tal como declaró el gobernador, pero el partido le hizo la ‘chingadera’ de sumarle un titipuchal de dinero.

 

Ya denunciado penalmente, Víctor Díaz dice que no creyó que Jauli pudiera revertir en tribunales la victoria de Mónica Della Vecchia. Y que es costumbre esa jugarreta.

 

“Sé que impugnaron, que presentaron denuncia en la Fepade; porque de corroborarse esto ―fíjense en la condición: de mala fe― se habría actuado para poder cargar a candidatos gastos que no cometieron. Pero que se vaya a fondo” dijo ayer el gobernador.

 

Pues no fue Garmendia ni Evangelista, sino el gran amigo de Pablo Salazar Vicentello.

 

Se llama Víctor Díaz, quien tenía todas las claves del portal de fiscalización.

 

Si lo quieren meter al tanque, está fácil.

 

Hay muchos dispuestos a declarar en su contra, pues como a Melissa Jauli, les hizo chingaderas a varios candidatos.