Con encuestas en mano, a lo largo de la campaña 2021 se impuso como idea común que la reelección no era bien aceptada en Puebla, especialmente en el interior del estado.

 

Pero los datos tienen que revisarse porque si bien los medios nos hemos concentrado en los cambios que se avecinan a partir del 15 de octubre, en 49 municipios el mismo edil se entregará y recibirá el poder.

 

 

Que en 49 alcaldías haya habido reelección no es un hecho menor, porque se trata del 22 por ciento de todos los municipios del estado. Es decir, en uno de cada cinco se avaló la continuidad para que el actual edil se mantuviera otros tres años al frente del Ayuntamiento.

 

No creo que sean pocos, y aunque cada caso debe ser estudiado con sus particularidades, el factor fundamental es el desempeño de gobierno, no ideas preconcebidas o una cultura antireeleccionista aprendida en la escuela primaria.

 

Y el dato no es menor, porque excepto en esos 49 municipios donde los ediles reelectos ya no podrán optar a un tercer período, en los restantes 168 sí podrán hacerlo.

 

De entrada, con lo que hagan en estos 49 casos se irá afinando un protocolo para los ediles reelectos. Un protocolo que pasa por definir si existe un acta de entrega-recepción firmada por el mismo edil, o administrativamente se entiende como la continuidad del primer período.

 

Al parecer, los 49 ediles han optado por hacer la entrega-recepción, pese a que sean los mismos alcaldes quienes se entregan y se reciben en el mismo acto jurídico por raro que suene.

 

¿Qué lecciones pueden aprender para no fracasar en ese esfuerzo?

 

De entrada, la reelección benefició a los hombres y resultó desfavorable para las mujeres. De los 49, sólo hay seis mujeres reelectas y 43 hombres. De esas seis, las más representativas son Guadalupe Vargas, Norma Layón y Angélica Alvarado.

 

Por alguna razón, el electorado rechazó la permanencia de las mujeres.

 

De los 49 municipios en los que hubo reelección, seis fueron cabeceras distritales, es decir, áreas urbanas: Amozoc, Xicotepec, San Martín Texmelucan, Teziutlán, Tlatlauquitepec y Huejotzingo.

 

Con ello se cae la versión de que la reelección es rechazada en los municipios del interior. Por el contrario, el electorado de las zonas urbanas parece ser más exigente y por tanto hubo menos casos de continuidad.

 

De estos 49 presidentes municipales que lograron la reelección, 13 forman parte de las filas del PRI; 12 son de extracción panista y ocho fueron postulados por la coalición Juntos Haremos Historia encabezada por Morena. 

 

De la misma forma, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT), Nueva Alianza y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) lograron reelegir a tres de sus candidatos. 

 

En tanto que Movimiento Ciudadano (MC) consiguió dos reelecciones; mientras que el extinto Partido Encuentro Solidario (PES) y el Pacto Social de Integración obtuvieron una reelección cada uno.  

 

Todo indica que la menor tasa de éxito la tuvo… Morena, y la más alta el PRI.

 

 

De todo esto, puede indicarse que la peor combinación para reelegirse es ser mujer y gobernar un municipio urbano o cabecera distrital, porque las únicas excepciones fueron Norma Layón en San Martín, Lupita Vargas en Xico ―que casi la pierde― y Angélica Alvarado en Huejotzingo.

 

Conforme a esto, es Paola Angón en San Pedro Cholula, Ariadna Ayala en Atlixco e Irene Olea en Izúcar quienes la tendrán más difícil en 2024.

 

 

Y de ahí, los más complicados para reelegirse son los alcaldes de las zonas metropolitanas o cabeceras distritales.