Miercoles, 24 de Abril del 2024
Lunes, 04 Octubre 2021 03:33

Incapaces y cobardes rodean a AMLO

Incapaces y cobardes rodean a AMLO Escrito Por :   Arturo Rueda

Si alguien de esa turba hubiera tenido la intención de atentar contra el presidente, nadie lo hubiera impedido. Estuvo a distancia de una herida mortal por arma blanca o de fuego. Y ese nadie incluye al titular de la Defensa Nacional y a la responsable de la Seguridad Pública. Ni el militar ni la civil arriesgaron el pellejo por su jefe.


 

El general Luis Crescencio Sandoval, el militar de más alto rango en la mesa de evaluación en Huauchinango, titular de la Defensa Nacional, se quedó sentado en ese lejano rincón del lado derecho cuando la turba de serranos se envalentonó y avanzó a dos centímetros del presidente.

 

El mismo gesto impávido y pétreo mantuvo la titular de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, que no se atrevió a interponer su cuerpo entre la primera mujer que tomó del brazo a López Obrador. Tampoco hizo nada cuando otro sujeto se puso de frente al Hombre Más Poderoso de México.

 

 

Aunque el relato público trate de minimizarlo, incluso el mismo presidente, ayer se vivió un momento gravísimo en el entorno de la seguridad presidencial que se quebró con un mínimo esfuerzo.

 

Si alguien de esa turba hubiera tenido la intención de atentar contra el presidente, nadie lo hubiera impedido. Estuvo a distancia de una herida mortal por arma blanca o de fuego.

 

Y ese ‘nadie’ incluye al titular de la Defensa Nacional y a la responsable de la Seguridad Pública. Ni el militar ni la civil arriesgaron el pellejo por su jefe. Dejaron pasar libremente a la turba. Se quedaron inmóviles.

 

El presidente, lleno de buenas intenciones, está rodeado de incapaces y de cobardes. Qué pena. Ayer en Huauchinango pudo haber ocurrido una desgracia nacional.

 

 

Se puede decir que se trata de serranos buenos, no malintencionados, que sólo querían ver a su presidente y exigirle apoyos por ser damnificados no censados ni por el gobierno estatal ni por el federal.

 

Pero ¿quién puede garantizar que en una turba no se cuele un desequilibrado con ganas de pasar a la historia?

 

Hasta donde recuerdo, ese fue el argumento del magnicidio de Colosio: el 23 de marzo de 1994, entre miles de priistas que querían abrazar a su candidato presidencial, se coló un desequilibrado apellidado Aburto, quien provisto de un arma de fuego cumplió su cometido de pasar a la historia de México asesinando al sonorense.

 

Para muestra un botón: los cientos que se colaron ayer al Recinto Ferial eran liderados por un tal Abdías Orduña Picazo. Claramente un desequilibrado, no se sabe qué tan pacífico.

 

Ya que López Obrador había logrado escapar del Recinto Ferial, el tal Abdías Orduña, de la junta auxiliar de Tenango de las Flores, armó frente a los secretarios del Bienestar y de Seguridad Pública un relato digno del psiquiátrico.

 

Afirmó que él estaba ahí porque a su papá lo habían asesinado los Yunques del PRI, PAN, y PRD y lo habían ofrendado a la Santa Muerte luego de torturarlo. Entremezcló sus antecedentes personales como militante del lopezobradorismo con la frustración por no ser candidato de Morena y acabó embistiendo al edil saliente Gustavo Vargas ―su compañero de escuela―. No tenía ninguna petición, sino solamente ganas de escupir.

 

 

O sea, él no iba por láminas, o por enseres domésticos, o por apoyos para la reconstrucción de su casa dañada por el meteoro Grace. Iba por justicia por su padre asesinado por el Yunque y los conservadores.

 

Con sólo escuchar su relato y sin conocerlo, a mí se me hace un desequilibrado. ¿Cuántos más había en esa turba?

 

Escribí que AMLO está rodeado de incapaces. Con eso me refiero a los integrantes de su ayudantía, a la Guardia Nacional y a los empleados de la delegación del Bienestar que se vieron rebasados.

 

La turba de Abdías brincó seis filtros antes de llegar al Recinto Ferial e irrumpir violentamente en su interior.

 

También está rodeado de cobardes porque nadie fue capaz de poner su cuerpo de por medio para que nadie atentara vs el presidente.

 

Qué pena y bochorno lo que vimos ayer en Huauchinango, pero también qué miedo.

 

¿Quién cuida al presidente?

 

¿Quién cuida de su seguridad?

 

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