Jueves, 17 de Julio del 2025
Martes, 26 Octubre 2021 03:26

¿No pudieron o no quisieron vacunarse?

¿No pudieron o no quisieron vacunarse? Escrito Por :   Arturo Rueda

Claro que un millón cien mil poblanos no quieran o no puedan vacunarse es un hecho trágico porque todos ellos quedarán desprotegidos ante una eventual cuarta oleada que se prevé para diciembre y enero, y todavía una quinta ola para el 2022


 

El tiempo corre, tic-tac tic-tac, y todo indica que la meta establecida por el presidente López Obrador de que todos los poblanos mayores de 18 años tuvieran por lo menos su primera dosis de la vacuna contra el COVID no se va a alcanzar.

 

De acuerdo con las cifras dadas a conocer ayer por el secretario de Salud, a cinco días de que se venza el plazo fijado por el presidente, todavía quedan casi un millón cien mil poblanos sin haber recibido por lo menos esa primera dosis de la vacuna.

 

En términos porcentuales eso significa que el 83 por ciento de los poblanos decidió inocularse contra la enfermedad del coronavirus, pero inexplicablemente un 17 por ciento no quiso o no pudo.

 

Y esa es la pregunta grave: ¿no quisieron o no pudieron?

 

 

Hasta este momento se ven las consecuencias de haber colocado a Puebla durante meses en el cabús del Plan Nacional de Vacunación, pues mes tras mes el estado se ubicó en el último lugar de las 32 entidades federativas mientras que, a diario, el gobernador enviaba oficios a Birmex ─el depósito de las vacunas─ para exigir dosis una vez que el plan logístico diseñado por el doctor Martínez estaba perfectamente calibrado.

 

Recordemos también que parte del desastre fue el ahora ex súper delegado Rodrigo Abdala, que durante las primeras semanas de la vacunación no sólo produjo un caos, sino que hasta una abuelita de 72 años falleció en la fila de Ciudad Universitaria dado que no había las condiciones mínimas logísticas para un proceso digno.

 

Rodrigo Abdala dejó la Súper Delegación con una ancianita muerta y aun así se le premió con otro cargo federal en la Sedatu.

 

Por qué Puebla se mantuvo durante semanas y semanas como la peor entidad en el porcentaje de la población vacunada, es algo que todavía no encuentra respuesta, aunque la interpretación política es inevitable dado que la CDMX, a sólo dos horas de nosotros, siempre se mantuvo como el estado número uno en el porcentaje de población vacunada mayor de los 18 años.

 

Es evidente que López Obrador buscó apuntalar a Claudia Sheinbaum, su Corcholata Favorita, previendo precisamente que la Jefa de Gobierno de la CDMX es la pieza más adelantada en la sucesión presidencial de 2024.

 

Las vacunas que sobraron allá hicieron falta aquí, y no hubo una voz en el primer círculo presidencial que llamara a la sensatez y le recordara al presidente que en Puebla obtuvo un millón 700 mil votos y que fue una de las entidades que más aportó a su victoria arrolladora en 2018

 

Muy tardíamente AMLO reaccionó y giró instrucciones para que se reforzará el plan de vacunación en Puebla, pero ahora los tiempos ya no dan.

 

Claro que un millón cien mil poblanos no quieran o no puedan vacunarse es un hecho trágico porque todos ellos quedarán desprotegidos ante una eventual cuarta oleada que se prevé para diciembre y enero, y todavía una quinta ola para el 2022.

 

La experiencia empírica demostró en la tercera oleada que las vacunas funcionaron, ya que aunque la subida de contagios fue vertiginosa no se alcanzó la misma tasa ni de mortalidad ni de hospitalizaciones, pese a los peores presagios de un desbordamiento de los nosocomios poblanos

 

El pico máximo de hospitalizados apenas superó los mil, pero inmediatamente se estabilizó en 900 y después bajó a 800. Ahora en pleno descenso rápidamente hemos llegado a los 300 internados, lo que significa que los hospitales poblanos nunca se saturaron al mismo nivel que en la segunda oleada

 

Como hecho científico todavía resta por ver la duración de la inmunidad que dan las vacunas, pese a que la última tanda la chaviza de entre 18-29 años recibió la vacuna rusa Sputnik, y de que el magisterio se le aplicó la china Cansino. Ambas vacunas se encuentran en la polémica porque la OMS sigue negándose a otorgarles el reconocimiento a su nivel de efectividad y por lo tanto son rechazadas tanto en Estados Unidos como en Europa.

 

En Puebla tanto el gobernador Barbosa como el secretario de Salud tienen la conciencia tranquila, pues hicieron lo que pudieron con las vacunas enviadas por la Federación en un goteo desesperante, pues bajo el principio de que nadie está obligado a lo imposible, no podían aplicarse las vacunas que no habían sido enviadas a Puebla.

 

Sin embargo, también es importante preguntarse cuántos de ese millón cien mil poblanos tuvieron la vacuna a la mano y decidieron rechazarla en base a prejuicios o temores infundados, así como leyendas urbanas, y prefirieron prevenir la enfermedad con charlatanería como el dióxido de cloro

 

Así que al final cada quien tendrá el juicio de su conciencia de cómo participó para acabar la pandemia en Puebla.

 

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