El medio de comunicación Latinus, que tiene a Carlos Loret de Mola y Víctor Trujillo ‘Brozo’ como estrellas, tiene un diseño específico para eludir cualquier tipo de obligación o transparencia consignado en las leyes mexicanas. Al ser constituido como una sociedad estadounidense de responsabilidad limitada con sede en la ciudad de Dover, en el estado norteamericano de Delaware, es imposible identificar con certeza quiénes son los socios y cuáles son sus intereses empresariales y/o políticos.
Es decir, Latinus y/o Loret de Mola tienen como bandera la transparencia, pero son totalmente lo opuesto. Se trata de un medio de comunicación fincado en la oscuridad, la opacidad.
En efecto: la sociedad controladora de ese medio se identifica como LatinUS Media Group LLC. Fue creada en 2019 en el estado norteamericano de Delaware, en la ciudad de Dover, que opera como paraíso fiscal dentro de Estados Unidos, pues ofrece confidencialidad a los socios de empresas, además de beneficios fiscales extraordinarios.
En ese sentido, es imposible conocer quiénes son los dueños del medio de comunicación que debutó formalmente en febrero de 2020. Originalmente sus contenidos iban a ser dirigidos hacia la audiencia hispanoparlante en Estados Unidos, según explicó Loret de Mola, pero terminó concentrando toda su información hacia México en un marcado sesgo informativo contra Andrés Manuel López Obrador, el gobierno federal y Morena.
En su página de Facebook o en su portal, Latinus no reporta ningún domicilio o sede. Tampoco algún teléfono o correo para poderse comunicar con ellos para ejercer algún tipo de derecho vinculado a la Ley Reglamentaria del artículo 6 de la Constitución sobre el derecho de réplica.
Latinus tiene mucho dinero para contratar a figuras de los medios de comunicación, como el propio Loret o Víctor Trujillo, pero al desconocer a sus socios, su participación accionaria y fondos con los que fue constituida, esa opacidad se suma al oscurantismo de sus objetivos y sus potenciales conflictos de interés.
No pasa lo mismo con el resto de medios de comunicación mexicanos. Cualquiera de los cabezales dominantes como Reforma, El Universal, La Jornada, o en televisión como Televisa, Imagen Informativa, TV Azteca, o radiofónicos como Radio Fórmula, Radiópolis o Radio Centro, tienen perfectamente identificados a sus dueños o sociedades controladoras. Sin ser santos, son perfectamente identificables.
Tienen domicilios fiscales, teléfonos, correos electrónicos. Se identifica con claridad su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) o su clave de registro patronal en el IMSS o en el Infonavit. Tienen editores identificados para responder al derecho de réplica o recibir notificaciones de cualquier tipo de autoridad.
Nada de esto pasa con Latinus: es un medio fantasmal desde su nacimiento.
Ahora, para facturar en México, el medio de comunicación opera con una razón social: BCG Limited Consulting cuyo fundador es un tal Christian González Guadarrama, alguien que claramente opera como prestanombre, pues no se le conoce actividad empresarial suficiente para pagar tales sueldos, así como financiar un medio de comunicación que, hasta donde sabemos, no vende publicidad ni a entidades privadas o públicas.
Sus pautas en Facebook y en YouTube son millonarias, pero no hay cortes comerciales ni venta de espacios publicitarios.
¿De qué vive Latinus, cómo se financia? ¿De dónde sale el sueldo de Loret de Mola y de ‘Brozo’? ¿Con qué dinero se pagan sus millonarias producciones de cada episodio?
A través de sistema Infomex, se ha solicitado información pública a entidades públicas o partidos políticos sobre compra de espacios publicitarios y solamente se reporta un contrato signado por el PVEM para cápsulas informativas con BCG Limited Consulting.
Todo esto viene a colación porque Loret de Mola le ha puesto marcaje personal a CAMBIO por el hecho de que uno de sus socios es diputado federal y coordina la fracción parlamentaria de Morena en San Lázaro.
Antier ese medio reportó un contrato de CAMBIO por la extraordinaria cantidad de ¡70 mil pesos!, y hace unos meses armó un reportaje con base a solicitudes de información para ver quiénes nos pagaban y cuánto.
Casi se lleva el Pulitzer cuando descubrió que Ignacio Mier Velasco es socio de este medio desde 2008… ¡hace 14 años! cuando no tenía ninguna responsabilidad pública. Además, ha señalado esa participación accionaria en su declaración patrimonial de manera transparente.
Loret de Mola quiere y puede investigar a CAMBIO porque somos un medio transparente, con nuestras luces y sombras.
Sus señalamientos son ofensivos, pues pasa por alto que CAMBIO es el medio de comunicación con mayor audiencia en la región de Puebla. De acuerdo con SimilarWeb, este portal tiene 1.4 millones de visitas al mes y Latinus 2.4 pese a ser un medio trasnacional. Una diferencia de apenas un millón de usuarios.
Arturo Rueda no puede investigar a Latinus, un medio de comunicación que promulga la transparencia, pero no predica con el ejemplo. En una entrevista con Carlos Alazraki, Roberto Madrazo aceptó que su hijo Federico y su yerno Alexis Nickun están ahí, son socios, pero no se les puede identificar jurídicamente en una sociedad empresarial opaca.
Como diría mi abuelita: Loret de Mola es candil de la calle, oscuridad de la casa.
No habla, ni hablará de quiénes son sus jefes reales y sus financiadores, así como sus conflictos de interés.
Te reto, Loret de Mola.
