Viernes, 19 de Abril del 2024
Jueves, 10 Marzo 2022 02:09

Es la violencia, más que la inseguridad

Es la violencia, más que la inseguridad Escrito Por :   Arturo Rueda

Ahora hay un incentivo perverso: da lo mismo matar uno que a 10, como ocurrió en Atlixco. La matanza infunde miedo a los rivales, y de todos modos existe la misma impunidad. Por eso están de moda las masacres, los ‘multihomicidios’. Todo es más sanguinario. Y eso tampoco es un problema de Puebla, sino nacional.


 

Dos meses después del complot del bebé Tadeo, los perpetradores de la desestabilización pueden darse por satisfechos: tantas piezas obligaron a mover al gobernador Barbosa que la violencia, más que la inseguridad, se encuentra fuera de control en el estado.

 

El ‘multihomicidio’ de Atlixco es de una dimensión inusitada, pero ya se venía gestando. Antes ocurrieron en Acatzingo, Tepeaca, Serdán, Zacatlán, Tehuacán. Y todo esto ha pasado en dos meses.

 

En Ciudad Serdán ejecutaron a 5. En Tepeaca mataron a dos policías. En Acatzingo a 3 ‘huachigaseros’. En la Resurrección a una familia y en Xochimehuacán a otra.

 

No es que Rogelio López Maya fuera un super secretario de Seguridad, pero tenía un equipo consolidado que venía conteniendo la explosión de la violencia en las regiones del estado. Había una estructura y experiencia en la operación policial.

 

El modelo que comandaba López Maya, con lo bueno y malo que tenía, explotó con el caso del bebé Tadeo pues la SSP se desarticuló por completo. El titular sustituto, Daniel Cruz Luna, tiene experiencia como jurista y juez de oralidad, pero no en la operación policial. Y eso se nota a leguas.

 

El descontrol y el incremento de la violencia tienen su epicentro en Puebla capital, donde ni ‘Lalo’ Rivera ni la Lic. Consuelo son capaces de dar con la tecla. Entre enero y febrero, los homicidios violentos se dispararon 45 % y los robos en general 26 %. También la violencia intrafamiliar.

 

Puebla capital es el ejemplo de que la violencia está fuera de control, pues la estadística delictiva global creció 4 % únicamente, pero los homicidios dolosos un 45 %. Violencia pura y dura, pues durante febrero la Angelópolis amaneció con un encobijado al día.

 

Pero de todo esto no se puede culpar al gobierno estatal, porque a nivel nacional está colapsando el modelo de seguridad pública propuesto por López Obrador: el “abrazos, no balazos” soportado en los programas sociales, becas y subsidios para alejar a la gente del crimen organizado simplemente no funciona.

 

Y no funciona porque ante la caída de la actividad económica, con la consiguiente caída de empleos, lleva a la gente a delinquir. Los incentivos de los seis u ocho mil pesos que ofrecen los programas sociales del Gobierno federal no son suficientes para sacar a los mexicanos de la actividad criminal.

 

Por si fuera poco, es evidente la desconexión entre la SSP federal y las estatales. Ya no se sabe si se siguen llevando a cabo las mesas de seguridad. Y si se realizan, claramente han sido rebasadas.

 

Pero se anticipa que viene lo peor, pues el caso del partido Querétaro-Atlas en el Estado Corregidora dejó claro a los malandros y aspirantes a malandros que se puede delinquir a plena luz de día, quedar grabados, asustar a todo el país, y salir impune sin castigo.

 

Ahora hay un incentivo perverso: da lo mismo matar uno que a 10, como ocurrió en Atlixco. La matanza infunde miedo a los rivales, y de todos modos existe la misma impunidad. Por eso están de moda las masacres, los ‘multihomicidios’. Todo es más sanguinario.

 

Y eso tampoco es un problema de Puebla, sino nacional.

 

Ayer lo explicó el investigador Aldo Campuzano de México Elige en el NotiRueda: lo que más daño ha hecho a AMLO en los dos últimos meses es la crisis de inseguridad, no los escándalos de #LordMontajes Loret, Latinus y los temas relativos a José Ramón López.

 

El gobernador Barbosa reunió a los ediles metropolitanos y ‘les jaló las orejas’, pero no parece haber funcionado el regaño. Hasta en Coronango, donde gobierna el PAN-RD, la incidencia delictiva creció 42 % con el edil Gerardo Sánchez Aguilar.

 

Además, el gobernador afirmó que se estaba analizando arrendar otras mil patrullas, ahora para municipios que tienen cuerpos policiales desarticulados, sin capacitación ni elementos.

 

Todo el país, no sólo Puebla, cruje en un modelo lleno de buenos deseos, pero que no se asienta en la realidad.

 

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