Comienzo con lo obvio: estoy a disposición de la Fiscalía General de Puebla para responder sobre la denuncia de la Unidad de Investigación Financiera (UIF) en mi contra y en contra de Diario CAMBIO. Desconozco el estatus de esas pesquisas y qué tanto pudieron comprobar de una trama ridícula de “desvíos y operación de recursos de Procedencia Ilícita por 400 millones de pesos” hallada por el desprestigiado Santiago Nieto.
Le aseguro que no mucho. Y de un supuesto fraude fiscal menos, porque tendría que mediar querella de la Procuraduría Fiscal de la Federación, de lo cual tampoco tengo noticias.
No se lo pido fiscal Higuera Bernal: se lo exijo, ser citado a comparecer para desmontar las acusaciones que me involucran a mí, a Multisistema de Noticias CAMBIO y a Ignacio Mier Velazco.
No es la primera vez que se me involucra en una infamia de tal naturaleza para coartar mi actividad periodística. Y tampoco es la primera vez que enfrento vendettas desde el poder promovidas por políticos resentidos por evidenciar sus corruptelas.
Dicen dos reporteros pipitilla, Néstor Ojeda y Víctor Hugo Arteaga —este se presenta pomposamente como Premio Nacional de Periodismo— que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en tiempos de Santiago Nieto me denunció penalmente por recursos de procedencia ilícita junto a la persona moral que edita CAMBIO, el ex auditor Francisco Romero Serrano y otros personajes y empresas.
La denuncia, presentada en julio de 2021, la conocen a la perfección ellos y otros varios medios de comunicación que se sincronizaron masivamente para subir documentos oficiales de una indagatoria filtrada, lo que constituye un delito por violar el sigilo de las investigaciones, y que también se sincronizaron para bajarlos alrededor de las 10 pm.
¿Cómo obtuvieron esos periodistas el documento de esa indagatoria que tendría que estar resguardada por la UIF, por la Fiscalía de Puebla —donde dicen que reposa—y quién la filtró masivamente a tantos medios?
Porque esos documentos no fueron filtrados para una investigación periodística, sino para un ataque político coordinado en varios chats de periodistas de los que ya tenemos pruebas.
¿Tiene Usted la respuesta, fiscal Higuera Bernal?
Esto es, por supuesto, un gravísimo ilícito que será denunciado penalmente en la Fiscalía General de la República (FGR) por tratarse de un tema federal para ser investigado, pues una cosa es citar un documento, y otro publicar un documento que sólo debe estar al alcance de la unidad investigadora, del agente del ministerio público y de los imputados para garantizar su derecho a una defensa adecuada.
Una defensa que, por mi parte, iniciaré en cuanto sea citado por alguna autoridad, pues como le dije a ambos. ¿Por qué el sigilo se rompió para una filtración masiva un año después de presentada? ¿Cuánto duró la investigación?
Como carezco de más elementos, sólo puedo presentar algunas dudas.
¿Cuál fue el interés de Santiago Nieto por un medio de comunicación local, un periodista regional, a partir de supuestos hechos ocurridos en ese lejano 2015, y que seis años después le hacen realizar una investigación a mis finanzas personales y las de Diario CAMBIO, para presentar una denuncia en 2021?
¿Seis años después de una denuncia de la que la Fiscalía de Puebla determinó en 2016 el no ejercicio de la acción penal por tratarse de un montaje de Jorge Estefan Chidiac?
¿Por qué en el curso de esa investigación de Santiago Niego nunca se nos garantizó el derecho de audiencia, y en vez de presentarla ante Fiscalía General de la República (FGR) la remitió a la Fiscalía poblana, violando cualquier tipo de competencia respecto de sus atribuciones?
¿Quién le pidió a Santiago Nieto investigar a Arturo Rueda, Multisistema de Noticias CAMBIO, a partir del vínculo irrisorio de cinco cheques por 208 mil pesos a Francisco Romero Serrano, todos ellos cuando no era titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE) puesto que fue designado en diciembre de 2019 por casi unanimidad para ese cargo?
¿Por qué, casi un año después de la interposición de la denuncia, el tema explota mediáticamente cometiendo un delito al violar el sigilo de las investigaciones consignado en el Código Nacional Penal, y además divulgando datos personales que ponen en riesgo a un periodista y otros involucrados e incluso el mismo documento con la firma autógrafa de Nieto?
¿Cómo y quién obtuvo esos documentos para filtrarlos a dos periodistas pipitilla, pero que en realidad son un ataque orquestado desde varios medios y cuentas de Twitter para golpear desde el anonimato a…….?
Pues a Ignacio Mier Velazco, quien es socio de CAMBIO pero desde 2010 no forma parte ni de las decisiones administrativas ni de las editoriales del medio de comunicación.
Tal como lo declaré a los periodistas sicarios, Francisco Romero Serrano fue contador de la empresa a partir de octubre de 2015. Era un profesional acreditado, fue presidente del Colegio de Contadores Públicos y tan bien valorado era que una mayoría de diputados en el Congreso local lo designó Auditor Superior del Estado en diciembre de 2019.
A mediados de 2020, Romero Serrano dejó la contabilidad del periódico porque estaba concentrado en su cargo y cada vez se amontonaban las facturas y el seguimiento administrativo del medio.
Como teníamos un conflicto de interés, no le di seguimiento periodístico a los escándalos en los que lo involucraron ni a las causas de su detención por el delito de recursos de Procedencia Ilícita. Había sido parte de la empresa y no era ético abordar su asunto y mucho menos un intento de defensa.
Pero es nota, pues. Una investigación de la UIF siempre lo será por sus repercusiones mediáticas y jurídicas. Pero ahora también políticas.
Otra nota es la filtración ilegal, que como ya lo dije, será denunciada penalmente en FGR.
Y otro, claro, es el conflicto político de que Santiago Nieto ande haciendo investigaciones a petición de….